El acto inaugural fue prologado por el alcalde de la capital vallisoletana, Francisco Javier León de la Riva, que presentó a la pregonara, a quien definió como una autora "verosímil y seria" que proyecta la imagen de la cultura contemporánea y moderna.

La escritora gijonesa quiso defender en su lectura la vitalidad de la novela, pese a que citó a escritores como Salman Rushdie, Günter Grass y Doris Lessing, que hablaron en su momento de la "muerte de la novela", aunque reconoció que quizás se referían a la novela del Siglo XIX.

No obstante, Caso formuló un relato en el que comparaba los veranos de la infancia de una niña de once años a principios de los años setenta con los de una pequeña de la misma edad en el Siglo XXI y que, apuntó, "podrían ser" ella misma y su propia hija, para defender que el placer de la lectura "queda registrado en la mente".

Así, incidió en que la primera, incluso sin televisión, y la segunda, ya en la era de "las videoconsolas y los ordenadores", pasaban los verano en un pueblo de las montañas entre juegos infantiles, baños en el río y la espera "impaciente" de los ratos en los que podían continuar la lectura de obras clásicas como Moby Dick, La Isla del Tesoro, La Odisea y Platero y Yo.

"Cada una de las lecturas es una fuente de intensísimo placer", aseveró, antes de señalar que la segunda niña leía incluso obras que no se habían creado en la época de la primera, pero "la emoción es igual de intensa".

También reflexionó sobre la belleza de la novela, que, aseveró, va "más allá" de la estética a la que se refiere la definición de manual del término. "Esa belleza no tiene que ver con la banalidad de lo bonito, sino con la bondad del mundo", explicó la escritora asturiana, premiada con el Premio Planeta de 2009 por su obra 'Contra el viento'.