La presión sobre la seguridad viaria ha logrado invertir las cifras de mortalidad, con una reducción del 2,3% de muertos en carreteras interurbanas durante 2004, una tendencia que se mantiene en 2005. No obstante, hay un incremento del 5,4% en el número de muertos y heridos graves durante el mismo periodo en zonas urbanas.

Atención a la ciudad

Si en 2003 el número de accidentes mortales y graves en las arterias municipales fue de 1.812, en 2004 se llegó hasta los 2.215, igualando por primera vez los 2.256 accidentes en las vías interurbanas, con una reducción del 26,1%.

La comparativa en las vías locales, cuya competencia recae sobre los ayuntamientos, detecta un incremento preocupante con respecto a temporadas anteriores.

Por demarcaciones, el decrecimiento fijado por el Pla de Seguretat Viària 2005-2007 del Servei Català de Trànsit, se cumple, con la única excepción de Barcelona, que, pese haber conseguido una reducción del número de muertos del 4,3% con respecto al año 2000, sigue muy por encima de los objetivos (2.392), al contabilizar 2.693.

En el perímetro urbano de la capital catalana, sólo en 2004 se contabilizaron 14.347 accidentes con víctimas graves, de las que 100 acabaron en muerte y 18.912, heridos. En Girona fueron 951 accidentes, 10 muertos y 1.206 víctimas. En Lleida, 540 accidentes graves, 8 muertos y 754 víctimas. Y en las vías urbanas de Tarragona, 802 siniestros, 18 muertes y 1.105 heridos.

Conductores y vehículos ligeros

Las víctimas de accidente en zonas urbanas son en un 63% los conductores del vehículo, el 22% de pasajeros (un 36% en las interurbanas) y el 15% de peatones. En la distribución de medios de locomoción implicados siguen dominando los accidentes de vehículos ligeros. En la ciudad destaca la implicación de los peatones, con un 10%. Los datos se invierten en el caso de los vehículos pesados, presentes en un 4% en ciudad.