El escritor malagueño Antonio Soler presenta hoy en Málaga su nueva novela, 'Lausana' (Mondadori), donde relata "el viaje de la vida de una mujer" en los 51 minutos que dura el trayecto en tren de la protagonista desde Ginebra hasta Lausana.

En una entrevista concedida a Europa Press, Soler precisó que "no es una novela falsa, ya que no se trata de un balance vital, pues nadie hace ese ejercicio de análisis, sino que a través del juego metafórico que representa el trayecto de tren retrata las reflexiones de una mujer de unos 70 años sobre cuatro o cinco aspectos importantes de su trayectoria vital".

A esos momentos cruciales de la vida de la protagonista, hay que añadirle, según apuntó, las reflexiones, las observaciones sobre lo que ocurre en su alrededor y las repercusiones que estos hechos producen en su espacio al llevarlos a él.

En este sentido, Soler, Premio Nadal en 2001, apuntó que todos esos retazos vitales que podrían aparecer de modo desordenado ha sido su primer cometido como escritor, ofrece al lector un orden para que éste no tuviera "sensación de caos". Entre los temas que podrían desprenderse de esos 51 minutos de viajes se encuentran la infidelidad del marido de la protagonista, que ve en su compañera de viaje un detonante en el asunto, pues le recuerda a su amante.

Asimismo, añadió la presencia del mundo de los celos, del amor, los fracasos, la memorias o el presente. De esta manera, dijo que este último está "muy presente", pues en la vida de una mujer de unos 70 años, "lo que queda por delante tiene menos importancia que lo que ha dejado atrás".

A pesar de que el tren y el viaje es casi una anulación de la relación espacio y tiempo, "no ha querido meterla en una cápsula atemporal", afirmó. Al hilo de esto, Soler explicó que "la protagonista recoge una reflexión sobre el tiempo histórico que le ha tocado vivir como hija de un exiliado de la republica española, su mirada al exilio y a la emigración española, al contexto europeo, tanto del pasado como del presente, con la presencia del estalinismo, la inmigración y el terrorismo". "Los condicionantes históricos influyen en lo íntimo de la persona", aseguró.

Mirada femenina,

Un reto

El Premio Nacional de la Crítica en 1996 y Premio Primavera de Novela tres años más tardes apuntó que anteriormente había trabajado los personajes femeninos desde el punto de vista del hombre, pero en esta ocasión, la mujer es "la que mira al mundo", un ejercicio literario "arriesgado y un reto importante para él", confesó. En este sentido, aseguró que "si escribir significa ir por un alambre, en este caso éste es más estrecho y un desafío".

Por otro lado, apuntó que condensar la novela en los 51 minutos de duración del trayecto fue el principal problema "técnico, ya que había que intentar reproducir el modelo mental que los seres tienen, que es un poco caótico, es decir, salta de un lado a otro por el impulso neuronal".

"No es un recorrido exhaustivo como las novelas del siglo XIX, sino que se limita a unas obsesiones", apuntó. En este sentido, precisó que "a través de esos paisajes concretos se recompone las piezas del puzzle, es decir, si se traza con claridad los relatos narrados, los lectores sabrán recomponer lo que no se ha contado".

Soler declaró a Europa Press que corresponde al lector sacar conclusiones tras conocer los datos que el escritor deja sobre la mesa. Si bien, señaló que, en este caso, hay valoraciones sobre el viaje de la vida, que "no se hace impunemente, ya que a pesar de las durezas y los tramos complicados merece la pena, siendo el personaje principal una constatación de esto".