Blanco inaugura dos tramos de la A-40 que suponen "un avance muy importante" de una actuación que concluirá en 2011

Anuncia una reunión el 11 de mayo con el alcalde de Cuenca, Adif y la Junta para solucionar la variante de la línea convencional de tren

El ministro de Fomento, José Blanco, señaló hoy que con la apertura de dos nuevos tramos de la A-40 prácticamente los 145 kilómetros de la A-40 están ya en servicio, pues aunque "es cierto que aún queda trabajo por hacer en esta autovía, pero haber terminado estos casi 36 nuevos kilómetros supone un avance muy importante en esta actuación que concluirá el próximo año con la finalización de los tramos que faltan".

Blanco se pronunció así en Tarancón (Cuenca), donde asistió junto al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, a la inauguración de estos dos nuevos tramos de la Autovía A-40 que suman una longitud de 35,8 kilómetros y cuentan con una inversión de 136,8 millones de euros.

En concreto, se trata de los tramos comprendidos entre Santa Cruz de la Zarza-Tarancón y Tarancón-Alcázar del Rey que discurren por terrenos del municipio de Santa Cruz de la Zarza (provincia de Toledo), así como por los municipios de Zarza de Tajo, Belinchón, Tarancón, Huelves, Paredes, Alcázar del Rey y Campos del Paraíso, en la provincia de Cuenca, informó la Junta en nota de prensa.

En ese contexto, el ministro puso a Castilla-La Mancha como ejemplo de progreso y destacó el impulso que en los últimos años han sufrido las infraestructuras en una región que, dijo, marcará historia en el ámbito de las comunicaciones con la llegada de la Alta Velocidad a Cuenca y Albacete, lo que la convertirá, recordó, en la primera Comunidad Autónoma española en tener comunicadas por AVE todas sus capitales de provincia.

El ministro aseguró que el progreso experimentado por Castilla-La Mancha en los últimos años "es uno de los mejores referentes que la caracterizan" y, apuntó, el impulso que se ha dado a las infraestructuras es un buen ejemplo de ello.

El ministro de Fomento recordó que la A-40 unirá aún más Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón, al tiempo que opinó que los dos nuevos tramos inaugurados marcan un nuevo hito en la región que contará con más de 1.500 kilómetros en autovías y autopistas, a los que hay que sumar los casi 1.000 kilómetros más que se encuentran en proyección o ejecución, entre ellos la autovía que unirá Tarancón con Guadalajara. En su opinión, esto mejorará esto la movilidad y la competitividad de Castilla-La Mancha, una Comunidad en la que, dijo, desplazarse es "cada vez más rápido y seguro".

Plataforma intermodal

Para Blanco, el año 2010 supondrá un antes y un después para esta tierra que avanza gracias al importante esfuerzo inversor que están realizando el Gobierno de España y el Gobierno de Castilla-La Mancha para modernizar sus infraestructuras, una actitud que se comprometió a mantener desde el Ministerio de Fomento.

Por otra parte, Blanco insistió en que es el diálogo la mejor herramienta para diseñar el futuro, de ahí que anunciara una próxima reunión, el 11 de mayo, con el alcalde de Cuenca, Javier Pulido, con el Ministerio, Adif y el Gobierno regional con el fin de desarrollar una solución de variante de la línea convencional que elimine las vías del tren de la ciudad de Cuenca, creando una plataforma intermodal donde coincidan Alta Velocidad, ferrocarril convencional y autobuses.

"Entiendo la concertación como el único camino que garantiza desarrollar con éxito los proyectos que demandan los ciudadanos", aseguró el ministro, para quien el acuerdo y la colaboración garantizan un trabajo bien hecho que, concluyó, "es un aval de futuro".

Ha durado demasiado

Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, aprovechó este encuentro con el ministro para agradecerle su apoyo y su colaboración para avanzar en el desarrollo de una autovía cuya ejecución "ha durado demasiado".

Barreda recordó el cambio que ha sufrido España, y también Castilla-La Mancha, en la concepción de lo que debe ser la relación y las comunicaciones entre todos los españoles. En este sentido insistió en que la Constitución de 1978 propició esa transformación que nos ha llevado a superar los planteamientos radiales decimonónicos para "hacer una malla que nos permita no tener que pasar necesariamente por Madrid".

Según el presidente, estos avances generan nuevos flujos y posibilidades que, insistió, hay que aprovechar, tal y como está haciendo Castilla-La Mancha que trabaja para sacar el máximo partido posible de su posición estratégica en el centro de la península.

arreda explicó además que a los mil kilómetros de autovía proyectados por el Ministerio de Fomento hay que sumar los aproximadamente 630 kilómetros que está financiando la Comunidad Autónoma, lo que permitirá próximamente que el 95 por ciento de la población castellano-manchega esté a menos de 15 minutos de una autovía o una autopista.

Para el presidente, esto es "transformador y revolucionario", ya que, recordó, "quienes conocemos esta tierra sabemos muy bien que aunque siempre hemos estado en el centro de España paradójicamente estábamos abandonados porque no resultábamos accesibles, y eso es precisamente lo que está cambiando ahora".

Asimismo, Barreda destacó también los avances de la Comunidad Autónoma en Alta Velocidad y aseguró que prácticamente el 90 por ciento de la población de Castilla-La Mancha estará a menos de media hora de una estación de AVE. "Es evidente que ha mejorado nuestra capacidad de competencia, nuestra productividad mejora espectacularmente porque mejora nuestra renta de posición y ahora, entre todos, tendremos que saber aprovechar estas oportunidades", señaló.CASTILLA-

La mancha es solidaria

El jefe del Ejecutivo autonómico aprovechó la presencia del ministro de Fomento para criticar una infraestructura que, aseguró, no gusta a los castellano-manchegos, el trasvase Tajo-Segura, al tiempo que lamentó las descalificaciones vertidas desde algunos sectores acusando a los castellano-manchegos de insolidarios.

"Que no se nos tache de insolidarios porque no vamos a negar jamás el agua a ningún español que la necesite para beber", apuntó Barreda, que insistió en que lo único que quieren dejar muy claro los castellano-manchegos es "que ya somos más de dos millones, que estamos creciendo demográficamente, que nuestros agricultores quieren poner más tierras en regadío, que nosotros aquí también queremos disfrutar del agua para ocio y el turismo, que nuestras industrias no deben ver en la escasez de agua un factor limitante de sus posibilidades y que, simplemente, reclamamos nuestros derechos y lo vamos a seguir haciendo, pues es lo que se espera de nosotros".

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