La polémica agresión de un joven a otro en el metro madrileño no tiene componente ideológico. Así lo considera Mavi Muñoz, madre de Carlos Palomino, el joven antifascista de 16 años fallecido en 2007 tras recibir una puñalada en el corazón de un soldado supuestamente de extrema derecha.

"No creo que se trate de una agresión por ideología, sino más bien de algo personal", asegura Muñoz, subrayando que el caso no tiene "ni punto de comparación con la agresión que causó la muerte de Carlos". "No justifico ningún tipo de agresión", matiza la madre, "pero creo que hubo una provocación por parte del agredido que hacía referencia a la muerte de mi hijo". "Jódete, que el pollo está muerto", habría sido la frase pronunciada por la víctima, según ha indicado la madre de Palomino, añadiendo que los amigos de su hijo continúan siendo objeto de constantes agresiones.

La alusión a la muerte de Palomino ya había sido apuntada por el autor de la agresión, Raúl B.A., un joven que se ha identificado como antifascista y miembro del círculo de amigos del joven fallecido, tras su arresto el pasado 12 de marzo, según informaron fuentes de la investigación. El agresor había justificado su reacción porque el otro chico "se mofó de un amigo que está muerto".

Se da la circunstancia de que la víctima, Aitor H. A., supuestamente perteneciente a un grupo de extrema derecha, está representado por el mismo abogado que asistió a la familia del propio Palomino y que logró una condena de 26 años de cárcel para el asesino del joven al considerar el juez la agravante ideológica.

Fin al "anonimato que alienta la impunidad"

Por su parte, el presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha pedido que se ponga fin a la incitación al odio y al "anonimato que alienta la impunidad" que se produce en foros y redes sociales de Internet, medio a través del cual se habían conocido y retado ambos jóvenes.

"Lo que es ilegal fuera de la red también lo es en Internet. Libertad de comunicación desde luego, pero responsable, sin zonas oscuras, anónimas, que posibiliten el desarrollo del odio. El anonimato en la red puede ser muy salvaje", indica el presidente de Movimiento contra la Intolerancia.