Los agentes participaron en una concentración ante la Delegación de Gobierno en Cantabria, dentro de las protestas que se han sucedido hoy en otras ciudades y comunidades de todo el país, y no descartan manifestarse en Madrid el próximo mes de mayo.

El presidente de la Asociación de Policía Local de Cantabria, Luis Manuel Gutiérrez, explicó a Europa Press que lo que persiguen es tener "las mismas obligaciones y los mismos derechos" que otros cuerpos, como los bomberos, la Ertzaintza o los Mossos d'Esquadra, que están viendo reconocido el derecho a la jubilación anticipada.

Por tanto, consideró que se produce una "discriminación" hacia los policías locales, y precisó que su reclamación incluye, al igual que para estos cuerpos, una cofinanciación de la prejubilación, de forma que los agentes afrontarían mayores retenciones en su vida laboral, como si se tratara de un plan de pensiones.

En la protesta se presentó en el registro de la Delegación de Gobierno un escrito en el que piden que se inicie el procedimiento para reconocer al trabajo de Policía Local como profesión de riesgo, lo que implica la aplicación de unos índices correctores en sus cotizaciones a la Seguridad Social que permiten alcanzar la jubilación anticipada.

Además, leyeron un manifiesto en el que se detalló que, según un informe médico, el 48,58% de los policías locales sufre alteraciones de sueño, antes de llegar a los 43 años, el 23,26% de los policías locales son tratados por problemas de ansiedad y antes de llegar a los 45 años, el 15,63% de los policías son tratados con antidepresivos como consecuencia de su actividad laboral.

Esta encuesta también señala que el 22,10% de los policías locales sufre disfunciones en el aparato digestivo, el 48,27% ha tenido al menos un accidente de trabajo en los dos últimos años, causando baja en el 82,87% de los casos.

En el manifiesto se incide en que "el estrés profesional del policía afecta a la calidad de la vida laboral y reduce la efectividad laboral y personal", lo que además "puede conducir a un deterioro de los mecanismos de adaptación y a la aparición de enfermedades" en proporción mayor que otras profesiones.

Tal y como advierten, "es altamente improbable que un policía por encima de la edad de 55 años se encuentre y mantenga las adecuadas capacidades psicofísicas para poder desarrollar su función adecuadamente sin riesgo para su salud ni para la de terceros".