Asimismo, Ruano explicó que a partir de las 12,00 horas las emisoras de radio de taxi en España pararon durante 15 minutos en recuerdo del taxista muerto en Salamanca y por "el cúmulo de circunstancias", ya que "en una semana han muerto dos taxistas violentamente mientras trabajaban". Al hilo de esto recordó la muerte de Guillermo Amiela Gallego de 37 años, que fallecía el pasado lunes 19 de abril en Arriondas (Asturias), por heridas de arma blanca.

El presidente de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi destacó la "solidaridad" de los clientes, que "incluso alguno ha pedido que parase el taxista la carrera para cumplir el paro y después continuar".

Por otra parte, criticó la "indolencia y pasividad" de las administraciones pues "ni hace dos años, ni hace una semana ni ahora hemos escuchado a ningún político a nivel autonómico, a parte de los alcaldes y concejales de los municipios donde ha ocurrido el suceso, decir que hay que hacer algo".

Al hilo de esto, anunció que la Federación va a registrar iniciativas tanto en el ámbito autonómico como local para pedir "soluciones, comisiones de seguimiento y ayudas".

"No conozco una profesión igual que cuando estás trabajando te maten, te roben o no te paguen", apuntó Ruano, a lo que añadió que "casi siempre nos toca a nosotros".

"no es un incidente aislado"

Así en una nota, Ruano indicó que "lo lamentable de esta situación es que no se trata de un incidente aislado", ya que "desde el año 90, han sido aproximadamente 50 los taxistas asesinados, lo que les convierte en el colectivo, exceptuando a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, con mayor índice de asesinatos y violencia durante el desarrollo de su profesión".

"El colectivo está padeciendo una situación límite. Basta con resaltar que la actividad ha caído en un 40 por ciento y el número de servicios impagados más de un diez por ciento, al igual que los intentos de robo".

Ante esta situación, Ruano señaló que "sin ninguna duda" la prevención es "la mejor arma para la protección del taxista". Por ello, insistió en que "las administraciones públicas deben poner en marcha ayudas permanentes y no en el calor de la tragedia, para la implantación de mamparas o cámaras de video vigilancia que ayuden a disuadir y aumentar la seguridad de este sector".