Tomatito: "Viajando por todo el mundo he aprendido a estar solo"

  • El guitarrista publica 'Sonata Suite', un disco grabado en directo junto a la Orquesta Nacional de España.
  • Asegura que desde que Camarón se fue, el flamenco "se resfrió".
  • Tiene varios nietos, uno de ellos de 5 años y con maneras de bailaor.
José Fernández Torres, 'Tomatito', durante la entrevista.
José Fernández Torres, 'Tomatito', durante la entrevista.
JORGE PARÍS
José Fernández Torres, 'Tomatito', durante la entrevista.

Nadie lo diría, pero tiene cuatro nietos. "La vejez me viene lenta", dice Tomatito antes de ponerse a charlar con pasión de su nuevo disco, Sonata Suite, un concierto grabado en directo junto a la Orquesta Nacional de España. Una mezcla exótica pero eficaz, una gran "satisfacción". A Camarón, con el que tocó durante años, lo tiene muy presente.

¿Nunca se cansa de experimentar?

Al revés, hay que estar siempre motivado. El que no prueba cosas nuevas al final se pone más viejo y ahí se queda…

¿Ha sido difícil tocar con una orquesta?

Tiene su dificultad, porque la clásica es una música en la que hay papeles y partituras, y el flamenco, en cambio, es abierto e improvisado. Pero eso se resuelve estableciendo un punto medio. Con esto he descubierto que la música es un lenguaje universal, y con ese idioma puedes acercarte a otras músicas mediante un diálogo.

Y eso el flamenco lo ha hecho muchas veces…

Ha hecho muchas incursiones, sí, y se ha mezclado casi con todo. Pero hay que hacerlo sin perder la entidad del flamenco, conviviendo en una comunidad multicultural. La música es así, al menos para mí.

¿Cómo fue trabajar con Josep Pons?

Muy bien, es maravilloso, me ha encantado. No es como uno piensa que puede ser el director de la Orquesta Nacional de España, es exigente pero al mismo tiempo escucha las opiniones de los demás y se deja llevar por lo que tiene que ser.

¿Le gusta a usted la música clásica?

Me gustan muchos compositores. Además, ya en su momento Falla iba a escuchar a los gitanos de las cuevas a Granada, Albéniz se inspiró en el flamenco y Debussy hizo algo también en este sentido. Hubo una moda en la época aquella, entre los grandes.

¿Cómo aconseja escuchar Sonata Suite?

No es un disco de bulla, hay que escucharlo con tranquilidad y con la satisfacción de que es el sueño cumplido de cualquier guitarrista flamenco.

Eso y tocar en teatros, como el Real o el Liceo…

Claro, sobre todo de cara al futuro. Porque nosotros siempre hemos estado encerrados en un núcleo, y así demostramos que somos capaces de hacer estas cosas.

Su hija ha debutado a lo grande con usted, ¿cómo la ha visto?

Tiene una voz muy bonita, su entonación con la orquesta suena tan bien que parece un instrumento más. Aunque antes había hecho algunos coros en discos míos.

Ha viajado por medio mundo, ¿qué ha aprendido?

Bastante, a estar solo, a pensar sólo. A saber estar fuera de tu casa y de tu ámbito: supervivencia. A mi se me hace duro ya, pero al segundo día suelo estar habituado.

Si Camarón viviera, ¿qué pensaría del mundo?

Él estaba pasado de todo. Las cosas que estamos haciendo ahora él ya las había hecho todas antes, aunque de forma muy comprimida y con 41 años, como todos los genios. Como pasó con Elvis o con Michael Jackson. Por ejemplo, el ya grabó con la Royal Philharmonic Orchestra de Londres. No le sorprendía nada; nosotros vamos por detrás.

¿Cómo está el flamenco de salud?

Desde que se fue Camarón, se resfrió un poco; se fue la ilusión de muchos conciertos y festivales que generaban bastante público.

¿Cree que alguna vez surgirá una estrella flamenca fuera de España?

Es complicado, no me lo imagino. El flamenco es algo muy español, de nosotros, de cultura familiar y musical, de raíz. Yo vengo de una familia flamenca y mi abuelo ya era guitarrista. Mis niños nacieron escuchando cante, es más fácil que salga de ahí que hablando en otro idioma…

¿A sus nietos les ha enseñado ya a tocar?

Tengo todo un bailaor de cinco años al que ya se le ve como un artista (risas).  Por lo menos, de momento, nos divertimos con él.

¿Las míticas juergas flamencas aún existen?

A lo mejor ha cambiado un poco el concepto, porque la vida no es una juerga continua, pero sí que nos juntamos y nos da mucha alegría cuando hay una fiesta así. Yo empecé de esa forma, como un juego, tocando en la calle con mi primo. El músico callejero es el mejor,  porque tiene pillería, aunque suele carecer de disciplina por la falta de medios.

¿Cuándo tiene sus próximos conciertos?

El viernes toco en Nápoles. Y después tengo cosas, aunque sin ser una gira apretada. Es que aún sigo tocando con Michel Camilo presentando Spain…Tenemos ocho o diez actuaciones; este dúo ya es como un clásico. Camilo es un gran músico y un profesional a tope, siempre mira hacia delante. Somos amigos, nos conocemos y nos respetamos.

Casi una pareja de hecho…

Casi, casi (risas) No tenemos choques, por eso tiene continuidad esta pareja.

¿Con qué música se emociona?

Con cualquiera, no soy dictador para la música ni para nada. Tengo el oído abierto a cualquier melodía. Tengo una discoteca importante en casa, jazz, clásica… y todos los recopilatorios de flamenco, desde La Niña de los Peines.

¿Se aprende algún día a tocar la guitarra?

Nunca. Al revés, cada día sabes menos (risas), sobre todo cuando llegas a una edad. Siempre te sorprendes cuando ves a alguien más joven, te fijas e intentas reproducirlo, un acorde de aquí y otro de allí. El que no escucha es que no aprende, y yo conozco a gente de mi generación que por gandulería pasa de todo. Yo estoy activo y soy curioso.

Es decir, que de la guitarra uno no se jubila…

Tendrá su caducidad, sobre todo físicamente, pero hay que llegar hasta donde puedas.

BIO. José Fernández Torres, Tomatito, nació en 1958 en Almería. Es de familia de músicos y tocó junto a Paco de Lucía y a Camarón de la Isla. Entre otros premios, ha ganado varios Grammy y un César. Entre otros lugares, ha tocado en el Royal Albert Hall y en los clubes de jazz Blue Note de Nueva York, Tokyo y Osaka.

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