Este edificio cuenta con tres plantas y una superficie total de aproximadamente 900 metros cuadrados, y a partir de ahora, según información de Solvay recogida por Europa Press, en él se harán trabajos de investigación básica, investigación aplicada y desarrollo tecnológico, para la elaboración de estudios, trabajos y prototipos.

Las dos primeras plantas tienen espacios diáfanos para la ubicación de los proyectos, mientras que en la tercera se ha mantenido la antigua distribución de despacho.

Además, el antiguo almacén de materias primas, con una superficie de 300 metros cuadrados, se ha remodelado para usarlo como almacén y vestuarios. Y en la planta baja del edificio se instalarán las membranas para electrodiálisis.

Estos trabajos de investigación se canalizan a través de un convenio de colaboración que ya han suscrito Solvay y la Universidad de Cantabria, en base al cual aunarán esfuerzos y establecerán normas de contacto que incrementen las colaboraciones que ya mantiene.

El convenio establece actividades relacionadas con proyectos y programas de investigación y desarrollo; asesoramiento mutuo; cooperación en programas de formación de personal investigador y técnico; y la organización y ejecución de tareas comunes sobre promoción de la investigación y trabajo en áreas propias de Solvay.

Inicialmente, la colaboración de la UC y Solvay ha abordado tres proyectos de I+D relacionados con la utilización de técnicas electroquímicas en el proceso de fabricación de carbonato sódico, con la mejora medioambiental y con la valoración de residuos sólidos.