El consejero del Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, consideró hoy que la izquierda abertzale, con su declaración del pasado sábado en la que afirmó que la comisión de nuevos atentados provocaría "un colapso, está queriendo decir, con toda claridad, que no comparte que ETA siga la actividad terrorista, pero no sabe cómo decirlo o no se atreven a decirlo".

En este sentido, le emplazó a que no espere a que se cometa un atentado para rechazar la actividad de la banda "con toda claridad" porque tiene oportunidades "todos los días".

En una entrevista concedida a Onda Cero, recogida por Europa Press, Ares señaló que los miembros de la izquierda abertzale "lo que tienen que hacer es decirlo con toda claridad" porque ha habido

"muchísimas declaraciones de ese mundo referidas a ETA que todo el mundo interpretaba como un pasito adelante y que, después, se han quedado en nada".

En este sentido, apuntó que "hoy todavía" el portavoz de EA en el Parlamento vasco, Jesús María Larrazabal, "decía que él está seguro de que, si se comete un atentado, Batasuna, los radicales abertzales, lo condenarán".

"Y yo creo que hay que decir con toda claridad que no tienen por qué esperar a que se cometa un atentado. Todavía este fin de semana un grupo de gente atacó con piedras y tuercas el domicilio en Santutxu de dos ertzainas, y que yo sepa ese mundo no ha dicho absolutamente nada en relación con esta cuestión", señaló.

A su juicio, "no se puede estar esperando porque, en el fondo, es una inmoralidad pretender decir que, cuando se produzca un atentado, habrá un pronunciamientos cuando tienen oportunidades todos los días para pronunciarse y permanecen callados".

"El mundo de los radicales abertzales no pueden esperar a que los demás les resolvamos sus problemas, son ellos los que tienen que tomar decisiones, saben lo que tienen que hacer, que es pedirle a ETA que lo deje y conseguir que lo deje, o independizarse de ETA y hacer una apuesta clara, inequívoca, para apostar por la política respetando los derechos humanos, las reglas de juego y la legalidad", apuntó.

Preguntado por si ve a la izquierda abertzale en las elecciones de 2011, dijo que "dependerá de ellos", que son "los que tienen que tomar decisiones". "Es evidente que, con este tipo de pronunciamientos, no conseguirán que las instituciones, el Estado de Derecho, el conjunto de la ciudadanía, les crea suficientemente", dijo.

Apuesta por la política

A su juicio, "hay una parte muy importante de los radicales abertzales que quieren hacer política", pero "tienen que tomar decisiones".

Asimismo, emplazó a los que "se autocalifican dirigentes de ese mundo" a que "no engañen a su gente ni a la sociedad vasca hablando de negociación o proceso porque no hay ninguna posibilidad de negociación". "El proceso de diálogo y negociación lo enterró ETA en el atentado de Barajas", aseveró.

En su opinión, la apuesta que tiene que hacer la izquierda abertzale por "la política, el respeto a los derechos humanos, las reglas de juego y la legalidad" no se hace "con comunicados ambiguos que sólo generan incertidumbre, confusión y preocupación en una parte de su mundo y, por supuesto, incredulidad en la inmensa mayoría de la sociedad vasca".

Además, pidió a los demócratas que sean "muy exigentes" con ese mundo porque "será el mejor camino y el método más seguro para conseguir que, definitivamente, se alejen de la violencia o arrastren a ETA a dejarlo".

"Es el mejor camino para que se desenganchen definitivamente de la violencia. Cualquier otro camino sería una equivocación que nos podría llevar a errores del pasado y, por eso, espero que EA, que está formada por gente de profundas convicciones éticas y democráticas, no cometa el error de no ser tremendamente exigente con ese mundo, si realmente quieren llegar a un acuerdo con ellos", indicó.

Tras afirmar que él sí cree que "hay un avance en ese mundo de querer hacer una apuesta clara por hacer política", precisó que "tiene que ir acompañado de decisiones claras e inequívocas". En esta línea, consideró que la izquierda abertzale "tiene miedo a la democracia y tiene también el vértigo de no saber cómo resolver la situación en la que se encuentran".