En su intervención en las Cortes regionales en el pleno para debatir la retirada del Estatuto, Moreno dijo que "hay que tener cara dura para decir aquí que se está a favor del Estatuto cuando donde hay que decirlo es en el Congreso". "Allí aceptó humillantemente el 'no' al Estatuto, está pretendiendo una jugada para que parezca que aquí se retira el Estatuto por un capricho de Barreda por cálculos electorales, pero no es así, y para aprobar una ley orgánica necesitamos más votos que los de PSOE", explicó.

A su entender, la presidenta del PP de Castilla-La Mancha "debería haber salido a defender Castilla-La Mancha ante los ataques" al Estatuto que procedían de los presidentes de Murcia y Comunidad Valenciana, Ramón Luis Valcárcel y Francisco Camps, según dijo, en lugar de "aceptar de modo humillante" lo que decían ellos. "Lo que pide Valcárcel usted lo quita en su Estatuto, que coincidencia", señaló.

En este sentido, se preguntó "qué le molesta a Valcárcel". "¿Los éxitos que obtuvo el presidente de la Junta, José María Barreda, cuando en la reforma del Plan Hidrológico Nacional consiguió para Castilla-La Mancha objetivos históricos?", cuestionó. En este sentido, Moreno hizo hincapié en que el Plan Hidrológico Nacional "existe" y sólo se derogó el trasvase del Ebro. "En lo que afecta a Castilla-La Mancha está en ejecución, de las obras que consiguió Barreda todas están en ejecución", afirmó.

"Hay que tener cara dura en un ejercicio de cinismo tal para venir aquí defendiendo una propuesta que elimina la reserva hídrica para Castilla-La Mancha", dijo Moreno, para quien Cospedal "ha fallado y traicionado" a los castellano-manchegos por seguir las instrucciones del presidente de Murcia y no defender la región. "Usted tiene que renunciar a su escaño, porque los castellano-manchegos no le respaldan", afirmó.

Asimismo, afirmó que el presidente de Castilla-la Mancha "nunca estuvo solo" en el proceso del Estatuto de Autonomía, sino que contó con el apoyo de la sociedad castellano-manchega como se constató en la foto de la aprobación del Estatuto en las Cortes regionales. "Barreda estaba pilotando la nave que le tocaba, mientras que usted vergonzantemente en Madrid seguía las instrucciones del señor Valcárcel", subrayó.

Moreno acusó por último a Cospedal de mantener "un silencio cómplice y cobarde" durante la negociación del Estatuto mientras Valcárcel no tuvo ningún impedimiento para "pavonearse" en el Congreso cuando se votó el Estatuto para asegurarse de que él "tenía la última palabra", como según señaló Moreno había apuntado alguna vez.