Un equipo de biólogos y expertos en urogallos de la Universidad de Oviedo advierte de que la cría en cautividad de la subespecie cantábrica "no funciona como medida de conservación de la población salvaje" y está "explícitamente desaconsejada por el Grupo de especialistas en Tetraónidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza" (UICN). Por ello, solicitan al Principado que explique cuáles son las expectativas del centro de cría del urogallo de Sobrescobio a corto y medio plazo.

En declaraciones a Europa Press, aseguran que así lo demuestra el hecho de que ninguno de los catorce proyectos europeos documentados de liberación de urogallos criados en cautividad haya alcanzado su objetivo. "No tiene sentido soltar animales si no sabes porque se mueren los salvajes", defienden.

El Principado inauguró el centro en el mes de mayo de 2009 con un presupuesto de licitación de 825.000 euros. La idea, según la propia administración, era que estuviera "a pleno rendimiento en dos o tres años" y que pudiese generar unos 50 ejemplares anuales. En la actualidad, se trata del único equipamiento de cría en cautividad de urogallo cantábrico que existe en España.

Tras la muerte de varios pollos, hoy el centro cuenta con dos ejemplares, macho y hembra, de 3,1 y 1,5 kilogramos de peso respectivamente, cuya reproducción no podrá intentarse hasta el año que viene, cuando los ejemplares hayan cumplido los dos años.

Según un artículo copublicado por varios biológos de la institución académica asturiana en la revista Quercus, "estamos todavía muy lejos del nivel de conocimientos recomendado para sustentar un programa de conservación ex situ con unas mínimas garantías de éxito".

En el mismo, añaden que el programa de cría en cautividad precisa de extracciones repetidas de ejemplares o puestas del medio natural, lo que hace indispensable una disponibilidad sostenida de aves silvestres.

En este sentido, fuentes del Principado indicaron a Europa Press que los módulos del centro están "preparados para la recepción de nuevos huevos en el mes de junio", cuya introducción dependerá de las puestas, que suelen rondar los 5 o 6 huevos en el caso de los nidos salvajes y pueden alcanzar los doce en cautividad.

Por todo ello, los expertos consideran prioritario incrementar la disponibilidad y calidad del hábitat frente a la puesta en marcha de un plan de cría en cautividad, que solo justifican "como reclamo turístico".