Una tercera parte de las viviendas comprendidas en la delimitación del Área de Renovación Urbana (ARU) del Cabildo de Arriba, en Santander están vacías.

Así lo recoge la memoria elaborada por el Ayuntamiento de Santander ante el proceso de solicitud de declaración de esta figura urbanística, a la que ha tenido acceso Europa Press.

En la memoria se advierte de que esto supone una "importante bolsa de vivienda infrautilizada" en el centro de la ciudad, ante el despoblamiento de esta zona a favor de la periferia.

Por el contrario, un 67% de los vecinos del barrio son propietarios de las viviendas en las que residen, lo que para esta memoria prueba que sus habitantes "se sienten contentos de vivir en el barrio y de formar parte de su historia", y que además están "implicados" en el proceso de renovación urbanística del Cabildo de Arriba.

Sin embargo, alerta de que tanto la población no residente no propietaria como los dueños de viviendas que no viven en el barrio pueden suponer una "rémora" para la puesta en marcha de las actuaciones previstas en la zona, debido a que pueden sentir "apatía, despreocupación y dejadez" por el proceso.

Además, se señala que hay una "ausencia significativa" de comunidades de propietarios, un fenómeno que "evidencia carencias en el ámbito de las habilidades sociales básicas", así como problemas de gestión colectiva.

Demografía del barrio

El Cabildo de Arriba, según describe la memoria tras la elaboración de un análisis sociodemográfico, está habitado mayoritariamente por santanderinos, aunque en la presencia de inmigrantes se da la diferencia "significativa" respecto al resto de la ciudad de que los extranjeros suponen el 13,82% del total de los empadronados, respecto al 6,74% que hay en el resto de la ciudad, sin que esto se traduzca en problemas de convivencia.

También se da un 20% de familias formadas por una persona, si bien el tamaño medio de las familias en el Cabildo es de 2,41 miembros.

Existe prácticamente la misma proporción entre parejas jóvenes de reciente incorporación al barrio y parejas mayores, pero la presencia de población de edad media o avanzado indica que será necesario un relevo generacional si se quiere un cambio en la "tendencia futura" y la estructura social del Cabildo de Arriba.

En este céntrico barrio santanderino viven un 47% de hombres y un 53% de mujeres, predominando las edades de entre 30 y 70 años, en la misma línea que el resto de la ciudad.

El 56,60% de las familias que viven en el barrio presentan una situación social, personal y familiar normalizada, con unos ingresos medios-bajos.

Esta situación se traduce en un "mínimo" porcentaje de patologías sociales, de un 8,95% respecto al total de la población analizada, mientras que desde los Servicios Sociales municipales se trabaja en planteamientos individuales o grupales de intervención socioeducativa en el 50% de las familias.

Además, el "importante deterioro urbanístico y arquitectónico" de los últimos años ha ido acompañado de un cambio sociodemográfico, con la "eliminación de numerosos y crónicos focos de marginalidad", como los relacionados con tráfico y consumo de drogas o prostitución, que en la actualidad son "residuales".