Afectados por las expropiaciones de la Plataforma Logística de Salvaterra (Plisan), así como un grupo de ciudadanos que protestaba contra el cierre del hospital de la Cruz Roja y otro que reclamaba que el nuevo hospital vigués sea 100% público, recibieron al mandatario gallego con gritos de "no a la privatización", "privatización es corrupción" y "queremos cobrar lo que nos debéis".

Así, los manifestantes, en torno a un centenar, siguieron al presidente gallego; al alcalde, el socialista Abel Caballero; y a las demás autoridades integrantes de la comitiva, durante varios metros en su intento fallido por recorrer las calles humanizadas por la Xunta. Ante los gritos y la imposibilidad de continuar el acto, finalmente la inauguración fue suspendida.(

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