Al igual que ellas, una media más de dos adolescentes por día han sido sorprendidos este año en Aragón cometiendo infracciones.

Un total de 641 menores han sido sometidos en 2005 a algún tipo de medidas de reforma de los 1.486 atestados y denuncias presentados por la policía.

Las infracciones más frecuentes suelen ser hurtos, delitos contra la propiedad (como robos de coches o motos), lesiones, amenazas o pintadas.

Cuando se trata de este tipo de delitos leves (se considera grave cuando hay violencia o intimidación), la Fiscalía de Menores de Aragón  aplica una serie de medidas para corregir su conducta. El año pasado, 158 adolescentes de los 954 que cometieron algún delito fueron obligados a realizar un servicio social a la comunidad (máximo 200 horas) relacionado con los hechos.

Así, si a un adolescente le pillan pintando un graffiti es casi seguro que será castigado a limpiar él mismo algunas pintadas de la ciudad en la que viva.

Posibles motivaciones

El principal motivo por el que los menores cometen algún tipo de delito responde, según la psicóloga Cristina Equiza, al anhelo de lo prohibido y a la necesidad de saltarse las normas. Ahora no sólo delinquen los hijos de familias rotas y desarraigadas, sino los que pertenecen a la clase media trabajadora. Equiza explica que esto ocurre porque los valores tradicionales están desapareciendo y los adolescentes quieren destacar y ser diferentes a través de la rebeldía.