La Infanta Margarita y don Carlos Zurita fueron los encargados de realizar el discurso de agradecimiento de los galardonados con el premio Castilla y León 2009 y, durante su alocución, apuntaron a las culturales como las aportaciones "verdaderamente transcendentes" a la historia y consideraron que es precisamente este área el que constituye la "fuerza" de la Comunidad.

"La cultura es la fuerza de Castilla y León, aunque muchas veces no seamos capaces de verlo. Y esa seguirá siendo su fuerza en el futuro", precisó el Duque de Soria, quien recordó que Castilla y León celebra mañana, Día de la Comunidad, un hecho histórico del que "lo más importante" radica en el anhelo de libertad como "uno de los principios primordiales" que forman parte del acervo cultural "irradiado desde estas tierras a todo el mundo".

Asimismo, valoró el modo en que, a lo largo de los siglos, la Comunidad y sus gentes "han absorbido como una esponja" la cultura de sus diferentes entornos "para incubarla y proyectarla fuera en una peculiar pulsión por difundir, comunicar y entregar, sin miedo a la distancia ni al tiempo, y sin esperar retorno".

Don Carlos Zurita consideró que la lengua castellana se convierte primero en la lengua de España "y luego en el español del mundo" y que, detrás de ella, existe "todo un sustrato de ideas, de principios, de valores y de conocimientos" que también se dieron al mundo desde Castilla y León mientras que la Infanta Margarita alabó el origen castellanoleonés de la Fundación Duques de Soria, que desde esa ciudad "cultiva esa vocación de proyección universal de la cultura que ha sido y es característica" de la Comunidad.

El Duque de Soria se refirió uno a uno a los galardonados con los premios en la edición de 2009 y comenzó con José Luis Alonso de Santos, premio de las Letras y de quien valoró sus dotes "literarias, teatrales y humanas" para alabar luego la combinación de "valor, destreza, arte y caballerosidad" del premio de las Artes, el torero Santiago Martín 'El Viti'.

Del Premio a la Investigación Científica y Técnica, José Ramón Perán González, destacó su dedicación "fructífera" a la docencia y a la investigación, actividades ambas que merecen "el más alto reconocimiento"; del de Protección del Medio Ambiente, que recayó en el municipio de Atapuerca (Burgos), su labor de recuperación de su patrimonio natural y de sus tradiciones "en un enclave tan emblemático del Camino de Santiago" y que, por tanto, se erige "como un ejemplo a seguir" y del de los Valores Humanos, concedido al Grupo de Rescate y Salvamento de Castilla y León, su "entrega y generosidad aquí o en Haití".

El deporte,

Contribuyente a la paz

Concepción Casado Lobato, Premio de Restauración y Conservación del Patrimonio, representa "ese esfuerzo esencial de preservar para las futuras generaciones el patrimonio que recibido de las que nos precedieron", según el Duque de Soria, quien se refirió a las "tantas satisfacciones" que el trabajo del Premio del Deporte, Vicente del Bosque, ha dado "a españoles y a muchos aficionados de todo el mundo" y apuntó al fomento del deporte, "ese gran cauce de emociones colectivas", como contribuyente "activo" a la paz.

El último de los premios, el de las Ciencias Sociales y Humanidades, que recayó precisamente en la Fundación Duques de Soria, constituye un "espaldarazo muy bienvenido" dado que, matizó, la institución "tiene que trazar las rutas que afiancen su futuro justamente en un momento en que las iniciativas culturales corren el riesgo de ser consideradas prescindibles o secundarias".

En sus distintas alocuciones, la Infanta y Don Carlos Zurita hicieron gala de la libertad "de pensamiento, de expresión y de acción" de la Fundación así como del respeto a la "libertad de pensamiento y expresión" que han favorecido la "fluidez" en el discurrir de la Institución.

Asimismo, ambos tuvieron un recuerdo a los patronos "que ya no están aquí" —Julio Caro Baroja, Ernest Lluch, Epifanio Ridruejo Brieva, Manuel Alvar, José Botella Llusiá, Felipe Ruiz Martín, Fernando Lázaro Carreter, Julián Marías y Miguel Delibes—, punto en el que la Infanta resaltó el "honor" que constituía el hecho de que el "gran Miguel Delibes" formara parte de la Fundación así como a las instituciones colaboradoras —Junta de Castilla y León, Caja Duero, Fundación Endesa, Agencia Española de Cooperación Internacional y para el Desarrollo, Ministerio de Cultura, Diputación de Soria y las Universidades de Amberes, Lisboa, Nueva York, Valladolid, Salamanca y Pontificia de Salamanca—.

En la misma línea, Doña Margarita agradeció de manera especial el apoyo de Caja Duero, que durante años ha permitido a la Fundación "esa libertad que es consustancial al auténtico progreso del conocimiento y de la cultura", y el de la Junta de Castilla y León, "porque en estos tiempos de dificultades económicas su confianza en la labor de la Fundación y su respeto a nuestras líneas de actuación son la mejor garantía de nuestro futuro".

A su juicio, el futuro de la Fundación Duques de Soria está "firmemente unido" a la "probada sensibilidad" del Gobierno castellanoleonés hacia el fomento de las fundaciones privadas "como un eficaz instrumento de la proyección cultural de Castilla y León en el mundo".

"La búsqueda de la excelencia es, pues, el mérito que une a los premiados y promocionar esta búsqueda de la excelencia es el mérito de Castilla y León al otorgar estos Premios", recalcó la Infanta Margarita.