Haití intenta sobrevivir 100 días después

  • Cien días después del terremoto de Haití, el país sigue siendo sólo una promesa de recuperación y reconstrucción.
  • La población aún se enfrenta a un suministro de agua deficiente y la época de lluvias y huracanes está muy cerca.
  • Un millón de personas viven en endebles tiendas de campaña.
Un niño haitiano observa trabajos de limpieza en Puerto Príncipe.
Un niño haitiano observa trabajos de limpieza en Puerto Príncipe.
Andrés Martínez Casares / EFE
Un niño haitiano observa trabajos de limpieza en Puerto Príncipe.

El tiempo pasa volando… Excepto si vives en una frágil tienda de campaña, sin acceso al agua potable y la mayor parte de tu familia ha muerto.

Este jueves se cumplen cien días desde que el suelo haitiano decidiera desperezarse, provocando uno de los terremotos más destructivos documentados, con una intensidad 7 en la escala Richter, y con un poder destructivo 35 veces mayor al de la bomba de Hiroshima. El seísmo dejó 230.000 muertos y un país sin infraestructuras. En unos minutos dejó de haber casas, carreteras, hospitales, canalizaciones, electricidad… Haití puso sus contadores a cero.

Ahora, tres meses después de la tragedia que conmovió al mundo, Haití lucha por recuperarse, bajo la amenaza de la época de lluvias que llegará en pocos días y que traerá inundaciones, y la de los huracanes, que aumentarán los destrozos.

Juncal González, una enfermera vasca que trabaja para Médicos Sin Fronteras, lleva dos meses trabajado en el país devastado. "La población ve que las cosas no han cambiado demasiado en tres meses y eso les pesa", asegura la cooperante.

Las cosas, según narra, aún no han mejorado lo suficiente para el millón de personas que vive en tiendas de campaña. "En cualquier plaza e incluso en medio de las calles encuentras tiendas de campaña ya que es un lugar seguro si se producen derrumbes" cuenta González.<p>Haití</p>

Antes del seísmo, el país caribeño ya era el de menor renta per cápita de todo el continente americano, y ocupaba el puesto 150 de 177 en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU. Quizá por eso el planeta miró con horror a Haití y la empatía, por lo común un sentimiento adormilado en el mundo desarrollado, se despertó.

Donativos millonarios

Sólo en España se han recaudado 106 millones de euros procedentes de particulares, la cifra más alta en la historia de la sociedad española, según datos de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo (ONGD). Esta recaudación, mayor que la conseguida en el tsunami del sudeste asiático en 2004, coloca a España como el tercer país del mundo que más ha aportado para la reconstrucción de Haití. Según datos de la ONGD, que engloba a cerca de 30 entidades de cooperación al desarrollo, ya se ha ejecutado el 11% de esa recaudación.

Juncal González asegura que en el caso de MSF ese dinero está llegando y gracias al él han podido atender ya a 92.000 pacientes, que han sido tratados y los equipos de la organización trabajan en 19 hospitales y tres clínicas móviles.

En medio de la desolación algunas estructuras semipermanentes comienzan a levantarse, principalmente escuelas. Sin embargo, el acceso al agua potable es aún un problema. “Se ha empezado de la nada, y aunque se construyen infraestructuras éstas siguen siendo deficientes” asegura la enfermera de MSF.

La falta de saneamiento e higiene sobrevuela todavía Haití, con la espada de Damocles de las epidemias y las infecciones. "Lo que más nos preocupa es restablecer el acceso a la atención médica, ya que los hospitales se cayeron y aún siguen así" asegura la enfermera de MSF.

Ayudas internacionales

El comisario europeo de Desarrollo, Andris Piebals, viajará este viernes a Haití para dirigir las iniciativas de reconstrucción que la Unión Europea financia. Se trata de cinco proyectos que buscan la reconstrucción del Estado, las escuelas, los servicios sociales y las carreteras y para los que la UE ha destinado ya 200 de los 1.200 millones de euros que se comprometió a aportar en la Conferencia de Donantes celebrada el 31 de marzo en Nueva York.

A eso se unieron el FMI y el Banco Mundial, que cancelaron 1.200 millones de dólares de la deuda externa de Haití. El coste estimado de la reconstrucción está entre los 5.900 y 10.200 millones de euros según el Banco Interamericano de Desarrollo BID.

Sin embargo, el dinero no lo es todo, ni siquiera en un país que no tiene nada. Haití ya era antes del terremoto un país inestable social y políticamente, cosa que no ha cambiado. Un gobierno débil y difuso y la inseguridad de las calles lastran la recuperación. Las cárceles de la capital, Puerto Príncipe, también se derrumbaron con el seísmo y todos los criminales escaparon. La mayoría sigue en la calle. “Esta ciudad siempre ha sido peligrosa, y ahora no lo es menos”, se lamenta González.

Mientras reconstruyen, quizá con demasiada lentitud, un país que ya estaba en ruinas antes del temblor, a los haitianos ni siquiera les queda el consuelo de llevar unas flores a sus muertos, en el caso de que pudieran conseguirlas.150.000 cadáveres yacen en fosas comunes.

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