Las niñas que quieren van a clase con velo en Ceuta, donde el Ministerio exige primar el derecho a la Educación

Las niñas que así lo desean pueden asistir a clase con el velo islámico, el hiyab, en Ceuta, donde el Ministerio de Educación, que sólo mantiene sus competencias en las dos ciudades autónomas, indicó en 2007 y 2008, cuando se encontró en dos colegios concertados con dos casos muy similares al que ahora vive el instituto Camilo José Cela de Pozuelo (Madrid), que el derecho de las jóvenes a estar escolarizadas debía primar sobre el de los centros a mantener su reglamento interno.
Mujer Con Velo
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EP
Mujer Con Velo

Hace tres años el Colegio Concertado Severo Ochoa, con un alumnado mayoritariamente de confesión musulmana (70%), pidió a dos alumnas que se quitasen el velo al entrar en vigor una nueva normativa de convivencia que vetaba el acceso a las aulas "con piercings, pendientes grandes, gorras, pañuelos, viseras, diademas anchas o cualquier complemento que no responda al uniforme estipulado", entre ellos el hiyab.

La Dirección Provincial del Ministerio de Educación emitió a través de su departamento de Inspección un informe en el que "recomendó" al centro permitir a las dos niñas ir a clase con normalidad apelando a los derechos a la Educación y la Libertad Religiosa, indicación que el centro atendió pese a que la Confederación de Colegios Concertados de España defendió el derecho del colegio privado a "establecer las directrices de su proyecto educativo en total libertad".

Un año después, en el arranque del año académico 2008-2009, una estudiante de trece años comenzó a ir a clase con velo, prenda que "nunca" se había utilizado en el Colegio Concertado San Daniel. La dirección optó por prohibirle la asistencia a las aulas con esa prenda pero finalmente, tras la mediación de la Administración educativa, acabó haciéndolo.

Ambos casos, según recordó hoy en declaraciones a Europa Press el actual director provincial de Educación, Aquilino Melgar, "se resolvieron por la vía del diálogo en el seno de los centros implicados, aunque el Ministerio dejó claro que debe primar el derecho a la Educación, postura que también ha defendido el ministro ahora con respecto al instituto de Pozuelo".

El verano pasado fuentes del Ministerio dejaron claro a Europa Press que "respetando el sistema educativo general y las circunstancias de la ciudad" este curso, en el que no se ha registrado ningún incidente de este tipo, se mantendría este mismo criterio con los centros concertados, a los que se advirtió de que si contravenían dicha orientación se expondrían "perder" sus convenios con la Administración pública.

Estas mismas fuentes reconocieron que un centro exclusivamente privado —en Ceuta no hay ninguno en Primaria ni Secundaria pero sí en Bachillerato, el San Agustín— sí tendría, a ojos de la Administración, "libertad para hacer lo que considere oportuno" al respecto.

El 40% del alumnado de Primaria y Secundaria en Ceuta pertenece a la comunidad cristiano-occidental, mientras que el 56% lo es de la árabo-occidental. Por tipo de centros, el 27% está escolarizado en centros privados-concertados, adonde sólo acude el 9% de los jóvenes de la comunidad musulmana y más de la mitad de los de la cristiana.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA) de Ceuta, Mustafa Mohamed, mostró hoy su "solidaridad" con la niña expulsada de su instituto en Madrid por llevar hiyab y abogó en declaraciones a Europa Press porque su situación se resuelva "por la vía del diálogo, como se hizo en la ciudad autónoma" haciendo valer "el derecho de la joven a la Educación".

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