Un cultivo biodinámico, que no utiliza abonos ni productos químicos para tratar a la vid; el clima continental, que se adapta a las características de esta planta; una vendimia que se realiza a mano en el momento óptimo de maduración, y el transporte a la bodega, que se lleva a mano en cajas (y no en camiones), diferencian estos nuevos caldos de los clásicos o de mayor renombre. El proceso de maceración previo a la fermentación (que transforma el azúcar de la uva en alcohol) también convierte estos vinos en exclusivos.
La uva machacada se coloca en toneles confeccionados de madera de roble francesa, que es más porosa, con el fin de que pueda entrar más aire y el vino se oxide antes. Se trata del proceso de envejecimiento del vino.
Son vinos de finca única, de los llamados caldos de pago, ya que las uvas proceden de un solo terreno. Con respecto al tradicional vino embotellado, este nuevo caldo no utiliza métodos agresivos (como la filtración y estabilización por frío) para el proceso de crianza.
Vitis Terrarum
Uno de estos vinos es el Vitis Terrarum (en sus modalidades de Tempranillo 2001 y Tempranillo-Cabernet Sauvignon 2003), de 14 grados de alcohol, originarios de Ciudad Real y que ayer fueron presentados en Alicante.
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