La investigación se inició el viernes, día 9, cuando efectivos de la Guardia Civil pertenecientes a la Unidad de Análisis de Riesgos con base en el Aeropuerto de Barajas-Madrid detectaron un paquete procedente de Costa Rica con un peso aproximado de 1.160 gramos, sospechoso de contener sustancias estupefacientes.

Tras solicitar la autorización del Juzgado de Instrucción de Guardia de Madrid para la entrega vigilada de dicho envío, éste se entregó de acuerdo al procedimiento ordinario, comunicándoselo a su destinatario el día 16 de abril.

Al día siguiente la Guardia Civil estableció un dispositivo de vigilancia en torno al lugar donde el destinatario debería recoger el paquete, lo que sirvió para detener al destinatario.

En el interior del mismo había 1.003 gramos de cocaína compacta, que venía introducida en una bolsa termosellada impregnada en una sustancia que desprendía un fuerte olor, para tratar de impedir que fuera detectada por los perros antidroga.

Las investigaciones llevadas a cabo por el EDOA de la Guardia Civil de Gijón determinaron que el paquete salió de Costa Rica el día 6 de abril, vía aérea con destino a Gijón.

En el registro del domicilio del detenido, los agentes hallaron una bolsa confeccionada con papel de aluminio y cinta de embalaje, que suele utilizarse para evitar que se activen las alarmas con que están dotadas objetos de valor en los centros comerciales.

Tras escuchar la declaración, el Juzgado de Instrucción número 2 de Gijón, en funciones de guardia, decretó su ingreso en prisión, acusado de un supuesto delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico de drogas.