Fruto de esta acción conjunta se organizaron diez controles en los que se inspeccionó a un total de 3.170 vehículos y se formalizaron 46 denuncias, según informó el Ejecutivo foral en un comunicado.

En turnos de mañana y tarde, agentes de los dos cuerpos policiales revisaron documentaciones de vehículos y sus condiciones técnicas, tales como el estado de los neumáticos, el funcionamiento del alumbrado o el correcto uso de los sistemas de seguridad y retención infantil, entre otras cosas. Asimismo, los agentes verificaron el uso de sistemas de telefonía móvil durante la conducción.

Este tipo de actuaciones se están desarrollando en el marco de un programa de colaboración entre la Policía Foral y los distintos cuerpos de Policía Local de Navarra que está pensado para este año 2010 con el objetivo de coordinar servicios y garantizar una conducción segura en el interior de los cascos urbanos.