La última detención, que se produjo a raíz del examen de la documentación intervenida en los distintos registros practicados, tuvo lugar por la tarde en Alicante, donde fueron arrestadas otras siete personas, mientras que dos más lo fueron en Granada y la última, en Murcia.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, dijo que los once detenidos constituían una célula para la financiación y el apoyo logístico del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate argelino (GSPC), vinculado a Al Qaeda.

En una rueda de prensa para explicar los detalles de esta operación, en la que llevaba trabajando la Guardia Civil más de diez meses, el ministro indicó que no hay constancia de que la célula fuera a cometer un atentado a corto o medio plazo por lo que lanzó un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos, especialmente a los de las provincias en las que se han practicado las detenciones.

Para financiar las actividades del grupo, los detenidos se dedicaban entre otras actividades a la delincuencia común, señaló Alonso, quien añadió que se han practicado una decena de registros en los que se ha hallado material informático, abundante documentación, droga y unos 35.000 euros en metálico.

Los investigadores han constatado que la actividad de esta célula se extendía a varios países europeos, ya que se han detectado conexiones con otros individuos de origen argelino residentes en Alemania, Holanda, Reino Unido, Bélgica y Dinamarca, por lo que se ha contactado con los responsables policiales de estos países.

El ministro, que señaló que no se ha determinado que exista relación de los detenidos con los atentados del 11-M, recordó no obstante que la morfología del terrorismo islamista es complicada y que actúa internacionalmente con vinculaciones en distintos países.

Las pesquisas policiales se iniciaron a principios de año, cuando la Guardia Civil detectó en esas provincias la presencia de una célula logística que podría estar inmersa en varias actividades de apoyo logístico a favor del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate argelino, considerado el brazo argelino de la red terrorista Al Qaeda.

Esa célula se dedicaba a financiar y dar apoyo logístico al GSPC a través del tráfico de estupefacientes, la falsificación de tarjetas de crédito y el robo de propiedades y vehículos.

Alonso felicitó a la Guardia Civil por esta operación que se enmarca, dijo, en la tarea del Estado de prevenir las actividades terroristas "cortándolas de raíz". Con estas detenciones, son ya 63 personas las personas arrestadas por su presunta vinculación al terrorismo internacional en lo que va de año.