El coordinador general de EB-Berdeak, Mikel Arana, consideró hoy que el PSE ha presentado en el Parlamento vasco una proposición no de Ley en defensa del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, procesado por investigar crímenes del franquismo, "no por motivación sincera de recuperar la memoria de las víctimas del franquismo, sino por puro interés político y electoral".

Además, consideró que la Justicia española "tiene pendiente acometer la transición que experimentaron otro poderes" tras el régimen franquista.

Durante el acto que su formación llevó a cabo hoy en la localidad guipuzcoana de Eibar para conmemorar la proclamación de la II República, Arana, acompañado de la edil de su partido en el citado municipio Eli Gómez y de la secretaria general del PCE-EPK, Isabel Salud, lamentó que la los hijos y nietos de los socialistas que murieron en la Guerra Civil "les duele hoy más que nunca el acuerdo del PSE con el PP" para gobernar en Euskadi.

Este acto político, al que asistieron decenas de personas que portaban la enseña republicana, así como dirigentes de EB como su ex coordinador general Javier Madrazo o su coordinador en Gipuzkoa, Antton Karrera, se guardó un minuto de silencio en memoria de los cinco jóvenes eibarreses fallecidos recientemente en un accidente de tráfico por lo que la bandera republicana se izó a media asta.

Arana recordó a las mujeres vascas que "pelearon en los frentes de la Guerra Civil y, finalmente, padecieron la represión y el ostracismo con la llegada de la dictadura franquista".

En este sentido, destacó que "tanto estas mujeres como miles de hombres fueron perseguidos, sufrieron cárcel, exilio, torturas y desaparecieron en el trágico paseíllo a las cunetas o en fosas clandestinas", pero, sin embargo, hoy "tenemos que ver con dolor y con horror cómo la justicia atiende las exigencias de un partido y sindicato falangistas para impedir que se investiguen las miles de desapariciones".

El dirigente de EB censuró que la Fiscalía, y después el magistrado Luis Varela "han decidido escuchar a los herederos intelectuales de la dictadura para enterrar cualquier esperanza de hacer justicia, queriendo consagrar de forma irreversible la Ley preconstitucional de Amnistía, con la que se perdonó a inocentes y se dio inmunidad a los verdugos".

Además, criticó que el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, "se haya limitado a expresar su respeto" a la labor de los magistrados, mientras que en Euskadi, "y en un alarde de lavarse la cara ante tan sospechoso silencio", el grupo socialista en el Parlamento ha presentado una iniciativa de apoyo a Garzón por su trayectoria democrática.

A su juicio, "sus palabras no se corresponden con los hechos" y "lo grave no es que el que se siente en el banquillo sea Garzón", que por otro lado, reconoció que tampoco es santo de su devoción, sino que la Justicia española "tiene pendiente acometer la transición que acometieron otros poderes del estado hace 30 años".

En este sentido, lamentó que el PSE "no quiere hablar de ello y prefiere centrarse en el juez, en lugar de hablar de la causa". "Además, no lo hace por convicción, no lo hace por una motivación sincera de recuperar la memoria de las víctimas, lo hace por puro interés político y electoral", insitió.EGUNKARIA

Por otro lado, Arana se refirió a la sentencia absolutoria contra los ex directivos del diario Egunkaria, procesados por su presunta vinculación a ETA, y subrayó que ha sido un caso "de verdadera vergüenza ajena". "Siete años de juicio, cierre y liquidación de un diario, meses de prisión para algunos de los responsables y todo ello sin nada punible que achacarles", señaló.

Tras preguntarse "quién va a responder de esos abusos" y "quién va a pagar a los trabajadores de Egunkaria los siete años de sueldo que les han robado sin motivo", criticó que encima "algunos tengan la desfachatez de decirnos que es la muestra de que la justicia funciona".

Arana opinó que la justicia "para ser justa, debe ser rápida, pero no sólo eso debe ser además ecuánime, objetiva, neutral e imparcial, cosa que no fue en el caso Egunkaria, y que desde luego, tampoco lo está siendo con las víctimas de la guerra civil".

Por su parte, Salud se refirió a la gestión del PSE en Euskadi y lamentó que "sólo tiene recetas para patronales, bancos y para las rentas más altas".

De este modo criticó el recorte anunciado por el Ejecutivo vasco "de 260 millones de euros para este año en el gasto sanitario" y manifestó sus dudas sobre el hecho de que el mismo "no suponga una rebaja en la calidad del Servicio vasco de Salud Osakidetza" que "ha viene sufriendo un importante deterioro en los últimos años".

En este contexto, reclamó a los socialistas vascos que "cualquier ahorro en la racionalización de recursos sanitarios sea reinvertido para el propio sistema sanitario" de manera que se "mejoren sus servicios y se recorten las largas listas de espera".

Finalmente, tanto Arana como Salud reivindicaron la proclamación de la III República y abogaron por "superar desde la izquierda nuestras propias limitaciones" teniendo "altura de miras" de manera que ésta recupere el poder político e institucional.