Manuel Lucena Giraldo recoge una mirada "llena de matices" de la emancipación latinoamericana en 'Naciones de Rebeldes'

El autor asegura que los países se independizan "del absolutismo fernandino, pues no quieren afrontar el modelo del monarca"

El investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Manuel Lucena Giraldo ofrece en su nuevo libro de historia 'Naciones de Rebeldes. Las revoluciones de independencia latinoamericanas' (Taurus) una revisión "llena de matices y lejos de personalismos" de los procesos de separación de las antiguas colonias españolas en América del Sur.

En una entrevista concedida a Europa Press, Lucena señaló que durante los últimos años los estudios de las independencias hispanoamericanas han sufrido "una renovación de lo político y cultural", dando lugar a un mayor conocimiento de los lenguajes políticos, costumbres, organización urbana, de las constituciones o los periódicos, "elementos políticos y culturales que provocan una nueva evaluación de los procesos acontecidos hace 200 años".

El libro, según el doctor en Historia de América, intenta ofrecer "nuevas perspectivas integrando lo que era evidente en términos históricos, es decir, las independencias iberoamericanas no se producen por separado, sino que nacen de una implosión imperial, un explosión central con resultados periféricos".

En este sentido, añadió que existió "una interacción atlántica de todo lo que paso hace 200 años en la península". Además, dijo que a partir de ahora "se pueden integrar los matices, esto es, contar lo grande y lo pequeño, por ejemplo, un mulato de Cartagena de Indias quiere ser tan libre como Simón Bolívar".

Al hilo de esto, manifestó que la función de la Historia es "restablecer la complejidad del pasado para entender la complejidad del presente y manejar la realidad". "Es un libro de historia, no tiene nada que ver con pseudos productos históricos", aseguró.

Por otro lado, señaló que la obra refleja como "la experiencia de la libertad moderna está unida a los procesos revolucionarios que se produjeron en el continente americano entre la independencia de Estados Unidos y la culminación de las emancipaciones hispanoamericanas y de Brasil, con la excepción de Cuba y Puerto Rico, en 1825".

El libro, según añadió, recupera la historia de aquellas revoluciones tal y como sucedieron, a través de las acciones de sus grandes protagonistas, junto a las de aquellos que "los relatos de nación han tendido a dejar de lado, blancos de orilla, mulatos, esclavos e indios".

"la historia no es una ley que diga que es el pasado"

De otro lado, señaló que "la Historia no es lo qué pudo ser o una ley que diga lo que es el pasado, sino que la Historia se introduce para restablecer tejidos y explorar la complejidad". Con respecto al papel de los ciudadanos locales de los países latinoamericanos, Lucena Giraldo indicó que "los mulatos, pardos e indios se negaron a que la revolución fuera sólo cosa de blancos, quienes querían que sólo fuera de ellos".

El profesor Lucena afirmó que "uno de los elementos que colisiona con la narración tradicional es la idea de "españoles malos, americanos buenos", un hecho "falso", pues, según explicó, "hay que distinguir entre realistas y patriotas, donde ambos bandos albergaban tanto peninsulares como mulatos o indios". "Las cosas son más complejas que buenos y malos", matizó.

Las revoluciones de independencia latinoamericanas van a comenzar cuando "Andalucía está a punto de caer en manos de Napoleón, es decir, los españoles americanos son fieles a la monarquía hasta 1810, cuando esperan que caiga Cádiz". Al hilo de esto, indicó que ellos "no quieren ser Francia y para ello se ponen en marcha las juntos autonomista, independizándose del absolutismo fernandino, pues no estaban por la labor de afrontar el modelo del monarca".

"los personalismos son de la religión política"

Lucena no cree en el concepto de grandes protagonistas, ya que las ve "figuras más literarias que de la Historia, pues recoge una valoración excesiva de lo personal". En este sentido, comentó que este fenómeno es "mitología y religión política".

Asimismo, añadió que las grandes figuras "no es la historia de lo que ocurrió y da lugar a un determinismo, es decir, como uno fue bueno todo fue bien". "La historia es la complejidad y los grises y los personalismos en ella traslada a la sociedad al campo de la ficción y de la religión política".

Lucena aseguró que con este libro ha pretendido "recuperar los matices, lo que hay más allá de los grandes personajes, ofreciendo calidad de vida y cultura". Al hilo de esto, señaló a Europa Press que tras los procesos de emancipación ha quedado "una lengua común, la posibilidad de crear industriales culturales, una religión compartida y un estilo de vida".

Así, aclaró que la frase "ser latino" es "una forma de ser y un estilo vital que tiene que ver con la experiencia imperial y el mundo atlántico, alejado de los personalismos".

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