Flamenco Hoy se estrenó en Madrid en 2009. La obra que dirige el cineasta Carlos Saura, enamorado del flamenco desde la infancia, ofrece sus funciones en el Barcelona Teatre Musical (BTM).

El espectáculo lleva un año sin representarse.

Sí. En este intervalo he hecho una película que se llama Flamenco, Flamenco. No me paro.

Tiene una larga experiencia en la dirección teatral.

He dirigido cuatro veces Carmen en ópera en Stuttgart, Valencia y Florencia. También he trabajado con Antonio Gades en Carmen. Yo hice la película, pero luego el montaje teatral, que aún lleva la gente de Gades.

¿Flamenco Hoy está lejos o cerca del purismo?

Me obligas a una definición dificilísima. Primero, yo no creo en la pureza del flamenco. Lo que es hermoso es que nace como el jazz o el tango y el fado, de una fusión que nadie sabe de dónde viene. Por ejemplo, en este espectáculo hay un pasodoble, que creo que está muy relacionado; una sevillana, íntimamente relacionada, o una copla, ahora más unida con Miguel Poveda. Creo que en flamenco se puede bailar todo.

¿Aparece la cultura árabe?

Sí, un poco. Estuvimos ensayando con el pianista Chano Domínguez y con un intérprete marroquí y el cantante desapareció ¡Y no se ha vuelto a saber de él nunca más!

Si sólo se hubiera quedado con la crítica de sus musicales flamencos en España, ¿lo hubiera dejado?

No, porque no pienso en la difusión del flamenco, sino en que me gusta. Es una maravilla que me respeten los flamencos y que cuando quiero hacer un filme como Flamenco, Flamenco tenga a Paco de Lucía, a Farruquito, a Pastori, etc.

Robert Wise (West Side Story) le animó en los 80 a seguir con el musical.

Me estimuló mucho. Ahora tengo ganas de hacer un musical con argumento como con Carmen y Tango.