La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, señala que el día de los hechos, el 11 de diciembre de 2007, la víctima "no vestía con la bata habitual prevista en el plan de riesgos y llevaba una bufanda; lo que hacía contraviniendo órdenes expresas de prohibición por parte del acusado, así como de la encargada de la planta en aquel momento".

Añade la resolución que "en un momento determinado, y mientras su compañera se situaba en la parte trasera, se quedó atrapado uno de los flecos de la bufanda, lo que la atrapó" sin poder accionar el mecanismo situado en la parte superior delantera de la máquina, provocándole la muerte.

Asimismo, la jueza reconoce en los hechos probados que "la trabajadora realizaba tal función con incumplimiento de normas sobre uniforme y vestimenta de la que había sido informada por la dirección de la empresa, si bien había sido advertida en varias ocasiones sobre el no uso de elementos colgantes ni accesorios o pelo largo".

Añade además que "el resto de trabajadores habían recibido un dossier en tal sentido, así como formación sobre el funcionamiento de la maquinaria; cuestión ésta última sobre la que sí había sido formada la trabajadora fallecida".

De este modo, la sentencia recoge que "las pruebas practicadas impiden considerar probado, al menos con la intensidad que el derecho penal exige, que tales resultados lesivos se debieran a la falta de medidas de seguridad aportadas por el empresario acusado".

Por tales hechos, el fiscal pedía un año y tres meses de prisión, mientras que la acusación particular solicitaba tres años de cárcel por el delito contra la seguridad en el trabajo y otros cuatro años por el delito de homicidio imprudente. No obstante, podrán presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.