Los Planetas hablan sobre su nuevo disco: "Hacemos música para entendidos"

  • La banda granadina publica 'Una ópera egipcia', su octavo disco.
  • En él combinan su gusto por los sonidos del flamenco con la psicodelia y su pop directo de toda la vida.
Jota, Eric y Florent, tres de los miembros de Los Planetas.
Jota, Eric y Florent, tres de los miembros de Los Planetas.
Jorge París
Jota, Eric y Florent, tres de los miembros de Los Planetas.

Hay quien no cumple con los tópicos regionales: pese a ser andaluces, Los Planetas no son gente divertida. Y sin embargo, resultan cercanos y amables. Al menos más de lo que cabría esperar dada la fama de grupo difícil que siempre los ha rodeado. Auténticos gurús del indie patrio, con Los Planetas no hay término medio: o se les ama o se les odia. Con todos ustedes, Una ópera egipcia.

El octavo disco de Los Planetas se ha hecho esperar más de lo previsto...

Florent: Tampoco ha tardado tanto. Un disco no es una cosa que se haga a la primera. Pero es cierto que entre los conciertos de Austin y México, y la elección de la portada y el título definitivo se ha retrasado un poco.

Y ya con el disco en la calle, ¿cómo se sienten?

F: Muy satisfechos. Terminarlo ha sido como echar un gran polvo.

Eric: Ahora tenemos muchísimas ganas de llevarlo al directo. De hecho, ahora es cuando vamos a disfrutar verdaderamente de las nuevas canciones.

Háblenme del título.

Jota: Hace referencia a la ópera flamenca y a los gitanos, porque para los gitanos, una "ópera egipcia" es algo así como la más grande que se ha cantado nunca.

Puede sonar algo pretencioso...

E: Bueno, la idea es más bien la contraria. Hay que tener un poco de sentido del humor. El título contiene cierta ironía, al igual que La leyenda del espacio. En los nombres de los discos siempre hemos intentado jugar con los dobles sentidos.

Creo que también barajaron Una obra de moros. ¿No sonaba políticamente incorrecto?

J: Desde luego. Y eso que significa todo lo contrario, porque es un halago. Una obra de moros es algo que conlleva mucha elaboración y trabajo.

F: Ahí está la Alhambra...

Una ópera egipcia conjuga la influencia flamenca de su anterior disco con el sonido más directo y sencillo de sus inicios. ¿Contentará a todo el mundo?

F: Se trata de un disco muy variado. Por una parte tiene canciones más electrónicas, por otra, las hay más psicodélicas, con desarrollos más largos... Pero tampoco nos cuestionamos tanto el conjunto. A la hora de afrontar un nuevo disco, vamos haciendo canciones y cuando las tenemos, las grabamos. No tenemos ninguna fórmula específica.

Tras la lluvia de elogios recibidos por La leyenda del espacio, ¿sintieron cierta presión?

F: Presión siempre ha habido. Desde que Los Planetas han existido se nos ha tenido muy en cuenta. Siempre hemos sido un grupo muy observado. Pero eso nunca ha influido en la vida del grupo a la hora de crear nuevo material. La presión nos la imponemos nosotros mismos.

Lo cierto es que la crítica siempre trató muy bien a Los Planetas. ¿Se sienten agradecidos?

Jota: Sí, desde luego. Y es cierto que siempre nos han tratado muy bien. Nosotros hacemos música para un público entendido, y los críticos son los que más formación tienen. Por tanto, ellos son los que más y mejor pueden apreciar nuestras referencias.

Pero habrá fans que quizá no sean tan entendidos...

J: Sí, sí, por supuesto. Está claro que nosotros hacemos música popular. Eso es así. Pero desde luego tampoco es música fácil que entre a la primera escucha.

En este disco se entiende la voz de Jota más que nunca...

J: Sí, está en un plano más cercano que en los anteriores. Es algo que muchos de nuestros fans nos han pedido desde siempre. Y ahora hemos encontrado la posibilidad de que la voz suene por encima sin perder la esencia de nuestro sonido.

¿Es el resultado de haber ganado en seguridad?

F: Es indudable que las inseguridades se han ido limando con el paso de los años...

J: Ya llevamos una trayectoria muy larga y tenemos un público muy fiel. No es lo mismo que cuando empiezas, que no sabes cómo van a recibir tu música.

En su día reconocían abiertamente que Jota no sabía cantar. ¿Se lo han acabado creyendo?

J: Más que cantar, es que teníamos una técnica diferente a lo que era habitual en ese momento. Pero cantar es cantar. ¡Cantar sabe todo el mundo! Unos cantan de una manera y otros cantan de otra. Es cierto que no soy un cantante de escuela, pero nuestro público siempre ha entendido lo que hemos querido decir. Y siempre le ha gustado.

¿Son conscientes de que Los Planetas es una banda que genera cierta controversia entre el público?

J: Bueno, realmente ésa es la finalidad del arte: generar una reacción entre la gente. Aquellos que no comulgan con nuestra postura se revuelven en sus asientos cuando ven que algo tiene mucha fuerza.

F: No se puede gustar a todo el mundo.

También son una banda, en cierto modo, rodeada de cierto halo de misterio... ¿Hasta qué punto es algo buscado?

J: Es que, de la misma manera, el arte tiene que contener un componente misterioso para crear un vínculo de comunicación con el oyente. Siempre tiene que haber algo subyacente a la manifestación artística, algo que provoque una atención. Y ése es el misterio. Nosotros procuramos cultivarlo: nadie sabe de dónde sacamos las canciones. No lo sabemos ni nosotros (risas). Pero tampoco nos pasamos: al fin y al cabo damos la cara y todo el mundo sabe quiénes somos.

Pueden presumir de ser uno de los grupos españoles que más escuela ha creado. Hoy día, multitud de bandas suenan como Los Planetas.

F: Posiblemente, y me alegro. Es mejor parecerse a Los Planetas que a cualquier otro grupo más chungo. Es un orgullo. En todo caso, nosotros no somos más que un punto de la evolución. Detrás de nosotros vendrán muchos otros grupos.

¿Cómo ven la escena musical española independiente actual?

J: Muy interesante. Han salido grupos y discos muy buenos. Los Punsetes, La Bien Querida, Triángulo de Amor Bizarro...

F: Y en Granada también hay multitud de grandes bandas.

El disco salió ayer, y hoy ya se lo han descargado sin pagar miles de personas, ¿les duele?

J: A mí personalmente no me parece mal, pero lo cierto es que sí que pagan. Pagan a Telefónica o a la operadora de turno. Yo estoy encantado de que la gente nos escuche, aunque sí me gustaría que una parte de todo ese dinero nos llegara. Y de momento no llega.

F: Habría que cambiar la ley.

Un pequeño porcentaje de esas facturas de las operadoras sería una buena ayuda...

J: ¡Uf! Sería la edad de oro de la música.

¿El formato del disco (un digipack de mayor tamaño de lo habitual) es un aliciente para que se venda mejor en las tiendas?

E: No, está hecho aposta para que el CD no quepa en la estantería y esté siempre encima del mueble, a la vista (risas).

J: Lo cierto es que es una idea de la compañía, así que no tenemos nada que decir.

F: Bueno, sí. Que ha quedado muy bien.

Echando la vista atrás. ¿En qué han cambiado desde Mi hermana pequeña?

F: Hemos evolucionado, hemos aprendido...

J: ¡Hemos aprendido a tocar! (risas).

F: Y seguimos aprendiendo, que es lo importante.

J: Pero ante todo intentamos conservar el espíritu que nos hizo meternos en toda esta movida.

Y si echan un vistazo al futuro, ¿qué ven?

F: Nos vemos... Unos cuantos años más viejos, supongo. Vivimos el día a día. De hecho, no sé ni qué día es. Somos muy anárquicos en ese sentido, y vivimos bastante al margen de la realidad.

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