Carlos Dívar cree que los juicios paralelos pueden "perturbar" el "desenvolvimiento" de la justicia y "deslegitimarla"

Considera que las filtraciones a la prensa generan "desconfianza" y "recelos" entre los propios jueces

El presidente del Tribunal Supremo (TS) y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, consideró hoy que los juicios paralelos pueden "perturbar" el "normal desenvolvimiento" de la administración de justicia y, como factor "generador de prejuicios", "deslegitimar" su labor.

En la inauguración de las jornadas 'Comunicación y Justicia', que se celebran entre hoy y mañana en Granada, Dívar incidió en que la información "tiene que tener unos límites" y explicó que cuando un juez decreta secreto de sumario no lo hace como una "restricción", sino como una "garantía" para el desarrollo de la investigación criminal, de quien es responsable el propio instructor, tanto "disciplinaria, como civil o penalmente".

Por ello, insistió en que el trabajo de los jueces tiene "unos tiempos y unos modos" que no se ajustan a la denominada sociedad de la información, en la que la "inmediatez" marca el interés de los medios en una sociedad "que demanda información, pero limpia, clara, no tergiversada".

Para el presidente del Alto Tribunal y del órgano de gobierno de los jueces, los juicios paralelos provocan una instrucción, "sin suficiente investigación", una sentencia, "porque se ha decidido ya lo que después tiene que decir el juez", y una ejecución, porque "la condena o absolución tiene carácter definitivo", lo que significa, a su entender, que éstos "no pueden ser válidos, porque no tienen garantía alguna, no son Estado de Derecho". Sin embargo, la administración de justicia sí tiene elementos "suficientes" para corregir sus propios errores, y España es, en opinión de Dívar, "un ejemplo de garantías".

"No estoy en contra de la denuncia crítica, incluso amarga para algunas personas de la vida judicial; estoy siempre en desacuerdo con la descalificación personal hacia las figuras judiciales, que no son más que deslegitimar la administración de justicia", dijo Dívar, que justificó así que esos juicios paralelos no sólo afectan a la "fama" o el "honor" de los supuestos implicados en hechos delictivos.

Asimismo, se refirió a las filtraciones en la prensa, cuyo principal responsable es, a su entender, "el que filtra de una manera velada" una noticia y no el periodista. Existen, según indicó, varios tipos de filtraciones: las que son discriminatorias para los medios, porque favorecen a unos en detrimento de otras; y las que, de índole política, económica o de presión afectan "gravemente" al normal desarrollo de los tribunales.

De hecho, según sostuvo, éstas llegan a provocar "confusión" entre los propios jueces, desconfiando los unos de los otros, y creando "recelos", lo que deriva en un "gran mal" para el sistema. "El tiempo de la justicia tiene sus horas y sus modos y el tiempo de los medios tiene también sus momentos", apuntó.

Dívar, que abogó por la necesidad de que jueces y periodistas "sean amigos", consideró que los dos conforman colectivos con "mucho en común", ya que los primeros "administran la justicia" y los segundos tienen el deber de transmitir lo que dice ésta a la ciudadanía. El presidente del Supremo aludió además a la valoración actual que hace la ciudadanía de la labor de algunos jueces y magistrados. "Sin la libertad de expresión y de prensa no existe verdadera democracia, verdadera libertad. Los garantes de esa libertad son los jueces, tan atacados muchas veces y tan puestos en tela de juicio como en los momentos actuales", señaló.

Las jornadas 'Comunicación y Justicia' continuarán mañana en el Carmen de los Mártires de Granada con la mesa redonda 'Los límites de la información judicial: secreto del sumario y filtraciones', en la que participará, entre otros, el magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.

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