El subdelegado descarta la violencia de género en el caso de la mujer que apareció ayer muerta

El subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz, afirmó hoy que no se puede calificar de violencia de género el caso de la mujer cuyo cuerpo apareció ayer en el domicilio del presunto autor, sino a la relación que ambos que mantenían en el "ámbito marginal y en el ejercicio de la prostitución".

En declaraciones a los periodistas, el subdelegado manifestó que se trata de un caso "escabroso, muy lamentable, que se podría decir que pertenece al ámbito de la marginalidad", por lo que apuntó que "aunque hay que ser prudentes, por ahora se descarta que pueda calificarse como un crimen de violencia de género".

Ruiz explicó que en este caso "había una relación entre la persona fallecida y el presunto autor, derivada, al parecer, del ejercicio de la prostitución y de su condición de toxicómana, pero aún es pronto para establecer conclusiones".

Por otro lado, el avanzado estado de descomposición que presenta el cuerpo, puesto que fue encontrado aproximadamente una semana después del día de los hechos, está dificultando la autopsia y la total identificación del arma que se usó en el crimen.

En cuanto al presunto autor, S.C.R., nacido en el año 1941, pasará hoy a disposición judicial sobre las 17,00 horas, después de que el cuerpo de la mujer fuera encontrado ayer sin vida en su domicilio, en la calle Rey Don Pelayo, número 64, en la capital cordobesa.

Según informaron a Europa Press fuentes policiales, la mujer, M.A.F.M., nacida en el año 1976, murió presumiblemente a consecuencia de las múltiples lesiones por arma blanca que recibió de su agresor. S.C.R. fue detenido ayer sobre las 12,30 horas en la plaza de Santa Teresa, en Córdoba, apenas una hora después de que la Policía encontrara el cadáver en su casa.

Según los vecinos, en la madrugada del día 3 al 4 de abril, sobre las 05,00 horas, escucharon a la víctima pedir auxilio a la víctima, diciendo "que me mata" y desde entonces no la habían vuelto a ver.

El hallazgo del cuerpo se produjo como consecuencia de que el detenido se dejó ayer las llaves dentro del domicilio y tuvo que llamar a un cerrajero. Tras abrir la cerradura, el supuesto autor, que era soltero y vivía solo, le confesó al cerrajero que tenía una muerta dentro de casa y le invitó a verla, cosa a lo que se negó el hombre y tras abandonar el lugar dio alerta.

Los vecinos apuntaron que la mujer se dedicaba a la prostitución, era toxicómana y, desde hace cerca de un año, acudía habitualmente a la casa del detenido, donde obtenía dinero para comprar droga, en ocasiones a cambio de relaciones sexuales. Al parecer, el hombre tiene su facultades mentales mermadas y consume alcohol. La mujer llegó a Córdoba desde Huelva hace tres años y tenía cinco hijos.

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