Audi A5 Coupé vs. Mercedes Clase E Coupé

  • Ambos irradian elegancia y deportividad a su forma y estilo.
  • El Clase E sea menos corpulento, con un aspecto más dinámico.
  • Lo que no ofrece ninguno de los dos vehículos son una buena visibilidad general y algún que otro compartimento.
Con sus tres primavera, el Audi A5 está ya un poco entrado en años.
Con sus tres primavera, el Audi A5 está ya un poco entrado en años.
Michael Blumenstein
Con sus tres primavera, el Audi A5 está ya un poco entrado en años.

«Pero qué bonito fue...» cantaba en su día la famosa cantante Hildegard Knef y, con esta frase, bien podría referirse a los dos coupés de nuestra comparativa. El motivo es que aunque no son realmente prácticos ni especialmente baratos, se encuentran entre los automóviles más respetados de su categoría. Justo eso es lo que los fabricantes aducen a la hora de fijar el precio. Y con mayor motivo cuando debajo del capó rugen motores de seis cilindros. El Audi A5 3.2 FSI se enfrenta al Mercedes E 350 CGI Coupé.

<p>Audi A5 Coupé vs. Mercedes Clase E Coupé</p>Sería arrogante por nuestra parte emitir un veredicto sobre cuál de los dos es más bonito. Ambos irradian elegancia y deportividad a su forma y estilo. Sin embargo, y dicho sea de paso, con sus tres primaveras el Audi A5 está ya un poco entrado en años. Precisamente el morro es lo que resulta algo rechoncho y en lo permite al Mercedes ponerse por delante. Y el hecho de que el Clase E sea menos corpulento (es casi 7 cm más estrecho y 8 cm más largo), le ayuda a tener un aspecto más dinámico.

Esto también se refleja en el habitáculo. Inundado de luz, el coupé de Stuttgart da la impresión de ser más amplio y ligero. A esto también contribuyen ópticamente las inexistentes columnas B. Desde un punto de vista puramente práctico, la mayor libertad de movimiento a la altura de la cabeza aporta una mayor sensación de espacio. Incluso en la parte trasera, donde el Clase E Coupé ha tenido que sacrificar algo de espacio en la zona de las piernas. Los que se sienten en los asientos traseros del Mercedes se alegrarán de poder bajar las ventanillas traseras, pero apoyarse en el reposabrazos central sólo lo podrán hacer los pasajeros del Audi. Y esto resulta muy práctico si tenemos en cuenta la poca sujeción lateral de ambos vehículos en su parte trasera.

El cinturón, por favor

En la parte delantera, los asientos deportivos opcionales de Audi resultan más adecuados que los del Clase E Coupé, cuyos grandes y cómodos asientos multicontorno resultan, por otro lado, bastante cómodos para largos recorridos. El amor por el detalle lo encontramos en los aproximadores de cinturón del Mercedes, los cuales acercan a los pasajeros los cinturones de seguridad de forma automática para facilitar su colocación. El Audi no cuenta con este dispositivo, aunque tampoco lo necesita. En su caso, el cinturón está montado como de costumbre en la columna B.

<p>Audi A5 Coupé vs. Mercedes Clase E Coupé</p>Los puestos de conducción no ofrecen ninguna sorpresa, dado que son iguales a los de las limusinas, es decir el Clase E y el Audi A4. En conjunto, el modelo de Ingolstadt presenta un aspecto más claro, funcional y el manejo resulta un poco más resolutivo. La mejor puntuación en lo que respecta a la elección de materiales y acabados es para el Audi, que roza casi la perfección, si bien el Mercedes cumple con creces los estándares de su clase. Lo que no ofrece ninguno de los dos vehículos son una buena visibilidad general y algún que otro compartimento. A excepción de los soportes para latas y del cenicero no disponemos de mucho espacio para guardar cosas y la visibilidad a través de la luneta trasera es bastante reducida en ambos modelos.

Un chasis bien tarado frente al adaptativo

El Mercedes sale de fábrica con un chasis estándar bien tarado. Si bien el Coupé no está tan orientado al confort como hubiera cabido esperar de un Mercedes en otros tiempos, y su configuración es más rígida que la de la limusina, la mayoría de las irregularidades se absorben bien y su reglaje más preciso proporciona una mayor agilidad y un mejor contacto con el suelo. Al Mercedes parecen no gustarle demasiado las juntas transversales más marcadas y, en cuestión de respuesta directa y precisión, su dirección no puede competir con el volante supersensible del Audi que, ya puestos, podría ser algo más duro a velocidades elevadas. En el caso del Clase E se puede prescindir tranquilamente del chasis adaptativo.

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