Así lo avisó hoy, en rueda de prensa, el presidente de la agrupación cantabrista, Bernardo Colsa, quien precisó que tras la respuesta del Defensor del Pueblo a la queja presentada por ADIC en este sentido el "problema" se ha resuelto en algunos lugares.

Así, la enseña cántabra se ha colocado en los edificios de la Delegación del Gobierno y de Ministerios, aunque siguen sin ondear en otros lugares públicos, como la sede del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), la Delegación de Hacienda o la oficina de Correos de Potes.

En cualquier caso, Colsa matizó que antes de acudir a la vía judicial, la asociación que preside agotará todas las vías "diplomáticas" existentes, entre las que citó plantear de nuevo esta situación al delegado del Gobierno en la Comunidad, Agustín Ibáñez, o acudir al presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla.

Acompañado del vicepresidente de ADIC, Carlos Ruiz, Bernardo Colsa recordó que han pasado tres meses desde que presentaron su queja al Defensor del Pueblo sobre el incumplimiento de la Ley de Banderas y la Ley de la bandera de Cantabria, un tiempo "prudencial" para solventar esta situación.

Por ello, aunque no son "amigos de dar plazos", establecen otros tres meses para que se coloque la bandera de Cantabria en los edificios públicos de la región ya que no se puede "consentir" que se "desprecien" los símbolos cántabros en la propia Comunidad. "Es el único lugar del Estado donde pasa esto", lamentaron.

Sobre la respuesta del Defensor del Pueblo, y tras precisar que "no es de su incumbencia inmediata" el cumplimiento de leyes relacionadas con símbolos, señalaron que Enrique Mújica se ha referido a la legislación vigente en la materia.

Así, recordó que la Ley de Banderas establece que en las comunidades donde haya bandera propia, está deberá colocarse junto a la española en todos los edificios públicos civiles.

"No se puede contemplar que ondee en solitario la española", concluyó Colsa, para quien ello sería una "contradicción" que "nunca se ha producido en España".

"La respuesta es evidente, clara y concreta. Por tanto, las administraciones públicas tienen que tomar partido y solucionar una anormalidad constitucional. La bandera de Cantabria debe ondear ya, no se admiten más demoras", añadió.

A juicio del presidente de ADIC, esta situación produce "sonrojo y vergüenza". "Estamos aburridos de este asunto, nos produce hastío, nos enoja y nos humilla", aseguró, para añadir que es "humillante que los cántabros tengamos que recurrir a estas cosas para que pongan nuestra bandera".