Mitsubishi L200, la renovación de un vehículo en un segmento olvidado

Aunque en nuestro país este segmento es uno de los grandes olvidados, algunas marcas siguen apostando por ellos de manera firme, desde el recién presentado Volkswagen Amarok hasta los clásicos Nissan Navara o Mazda BT-50. Mitsubishi, otra de las firmas que siempre ha contado con un pick-up, ha renovado su L200, un modelo que llevaba sin tocarse desde el año 2006 y que lucirá a partir de ahora algunos cambios a nivel estético y otros de índole mecánica.

Cambios

En el exterior se ha buscado principalmente la robustez y la calidad gracias a nuevos trazos horizontales en el frontal, cromados en la parrilla y embellecedores en los antinieblas, ópticas de doble faro y un protector plateado en los bajos del parachoques. Así mismo, en la parte trasera el cambio más pronunciado tiene que ver con la clásica línea descendente del final de la zona de carga, que ahora será totalmente recta y dotará de algunos milímetros más para transportar la carga.

El interior también ha sufrido algunos cambios, desde la ampliación del espacio en las versiones de Doble Cabina (180 mm más larga) hasta el nuevo cuadro de instrumentación, la consola central renovada o detalles cromados repartidos por todo el interior. También se han sustituido cosas como el volante (por otro multifunción) y el display de información en el salpicadero, que es igual que en el Mitsubishi Montero.

Motores y mecánica

En esta nueva generación se ha unido a la gama un nuevo motor de 178 cv, que en realidad es el mismo 2.5 Di-D que ya existía pero ahora reforzado con un turbocompresor de geometría variable, una mejora en el sistema de inyección y una cámara de combustión más eficiente que le permiten alcanzar este dato de potencia. El sistema de alimentación es por conducto común y sus características técnicas le permiten alcanzar 400 Nm de par máximo a partir de las 2.000 revoluciones. Al margen de esta novedad, se seguirá ofreciendo el motor que ya se equipaba en la generación anterior, el 2.5 DI-D de 136 cv que, aunque no ha sido potenciado, se ha retocado levemente para obtener menos vibraciones y sonoridad.

Todas las versiones, independientemente del motor, equipan un nuevo sistema de frenos y un sensor de carga (en la parte trasera del vehículo) que puede detectar el peso transportado para regular la capacidad de frenado y evitar que las ruedas traseras se bloqueen.

El sistema de tracción para el L200 es básicamente el mismo que para el Montero, es decir, se puede elegir con Easy Select (un sistema con reductora, más básico y con tres modos de uso) o el Super Select (que permite un modo de reparto extra, es decir, cuatro formas de repartir la tracción). Ambos permiten conectar cada uno de los modos hasta una velocidad de 100 km/h.

Versiones

El nuevo L200 tendrá tres niveles de acabado combinados con carrocerías de cabina simple o doble. Desde el modelo más básico se ofrece de serie el sistema de tracción Easy Select, dos airbags delanteros o el aire acondicionado, aunque para equiparlo estéticamente debemos saltar a la versión Challenge, que ya incluye las llantas de aleación, los estribos laterales, cromados en los retrovisores o manillas de las puertas y los faros antinieblas. La versión más lujosa, Motion, sólo puede adquirirse con el motor de 178 cv y añade airbags de cortina, volante multifunción, retrovisores abatibles eléctricamente y sensor automático de luz y lluvia. El precio inicial es de 18.900 euros con el pertinente descuento que la marca realiza durante su lanzamiento.