El escritor Tahar Ben Jelloun alerta de la "grave banalización" y el aumento del racismo en países como Francia e Italia

El escritor marroquí dice que la pedofilia "no es una especialidad de la Iglesia católica" pero lamenta que el Papa no responda con firmeza

El escritor marroquí Tahar Ben Jelloun (Fez, Marruecos, 1 de diciembre de 1944) alertó esta tarde de la "muy grave banalización" y del aumento del racismo en países europeos como Francia, Italia o España, donde el racismo "crece como una mala hierba" y es ya "un problema nacional".

En rueda de prensa, con motivo de su participación en Zaragoza en un programa de invitación a la lectura promovido por el Gobierno de Aragón, el escritor explicó que este año ha actualizado en Francia y en Italia la edición de su libro 'Le racisme expliqué a ma fille ('Papá, ¿qué es el racismo?')', publicado en 1997, para incluir en la publicación lo ocurrido en estos dos países en los últimos diez años.

Respecto a la situación en Italia, lamentó que el racismo vaya en aumento y que esté presente "más que antes", desde la llegada de Silvio Berlusconi al poder y debido a su amistad con miembros del partido Liga Norte, una cuestión a la que ha dedicado cien nuevas páginas.

Además, se producen "muchos incidentes racistas en el deporte, en el fútbol, y en las calles", algo "nuevo en un país de inmigración" como Italia, lamentó.

En el caso de Francia, también se ha revisado esta publicación al constatar que "hay una banalización del racismo con el progreso del Frente Nacional, de la extrema derecha de Jean-Marie Le Pen y de otros partidos que tienen un discurso similar".

A su juicio, el racismo "está en el discurso normal", en el día a día, y se ha banalizado de una forma "muy grave". Sin embargo, se trata de un problema de carácter "nacional", advirtió, para reprochar a los políticos que no aborden este tipo de problemas excepto cuando lo hacen para ganar votos.

Para Tahar Ben Jelloun, "los políticos piensan siempre en sus elecciones y tienen todos un problema de egocentrismo. Piensan en sus carreras y en su bienestar" y el interés general, del país, "no les preocupa tanto", por lo que este tipo de cuestiones no se incluyen en el debate político diario, a pesar de su gravedad.

Pedofilia en la iglesia

Al ser preguntado por los últimos casos de pedofilia en la Iglesia católica publicados por los medios de comunicación, el escritor marroquí remarcó que la pedofilia "existe en todos los países y culturas" y "no es una especialidad de la Iglesia Católica", sino que es "una enfermedad de hombres y mujeres que debe curarse en los hospitales".

De hecho, indicó como la mayoría de los casos de pedofilia se producen en el entorno familiar y no tanto en la Iglesia, que es "un asilo de paz y de virtud", opinó, aunque reconoció que "es normal" que estos casos sorprendan y creen alarma en los ciudadanos, al tiempo que lamentó la actitud del Papa Benedicto XVI, por no mostrar una actitud más firme y tajante ante estos casos que, por otra parte, no se producen en Marruecos, afirmó.

En otro orden de cosas, y en relación con la Iglesia Católica y su presencia en Marruecos, el escritor criticó que se expulse a curas católicos que están realizando "un trabajo muy útil" en este país, al cuidar de niños "abandonados" y de quienes no tienen hogar, con la excusa del miedo de que acudan al país a "cristianizar a los musulmanes".

Esta excusa es utilizada por los islamistas "para atacar la política de tolerancia del Rey", aseguró, para agregar que los islamistas también están manteniendo una postura de "resistencia" ante los intentos de democratización del país.

Primera visita a zaragoza

Tahar Ben Jelloun participa esta semana en la capital aragonesa en el programa 'Invitación a la lectura' del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón. En su primera visita a Zaragoza, el escritor mantendrá mañana un encuentro con alumnos de bachillerato que han leído uno de sus últimos trabajos traducidos al castellano, 'Mi madre ('Sur ma mère' 2008)'.

Esta novela cuenta la historia de un hijo que acompaña a su madre en los últimos tres años de su vida, cuando padece una enfermedad "particular", el alzheimer. El escritor relató como durante la enfermedad "mi madre lo olvida todo, pero me habla como nunca me ha hablado. Me dice cosas que, por pudor, no se dirían una madre y un hijo" en la cultura musulmana.

En la novela aparecen hechos reales y otros inventados, ya que "hay mucha imaginación" en ella, porque "el punto inicial de la novela fue la enfermedad de mi madre, pero cuando me hablaba me contaba cosas que no sabía sobre su vida y su familia", lo que obligó al autor a realizar una investigación sobre sus orígenes y la ciudad antigua de Fez en los años 30, una época en la que Marruecos estaba bajo el protectorado de Francia y España.

Tahar Ben Jelloun recordó como entonces aprendió árabe y francés, idioma en el que ha trabajado hasta la actualidad, y como aprendió español en su propio barrio, en las calles, al jugar con niños españoles que vivían en Tanger.

Desde niño aprendió también valores como el respeto a la familia y a los maestros, un valor "muy importante en la cultura árabe-islámica" y que se está perdiendo en Europa, dijo en referencia a los casos de violencia entre alumnos y profesores que se producen en países como Francia, para asegurar que "tengo miedo de que esta ausencia de respeto a los padres llegue a Marruecos".

En este mismo sentido, incidió en los fuertes lazos y el respeto que caracteriza a las familias marroquíes, al explicar que en Francia, en el año 2003, murieron 15.000 personas por el calor, la soledad o el abandono y, "de ellas, ninguna era árabe ni musulmana", porque en esta cultura "nunca se abandona a los mayores".

También destacó el respeto y el valor de la tierra, la naturaleza o el agua, al vaticinar que "vendrá un tiempo en el que el agua será origen de conflictos, sobre todo en Oriente Próximo", como ahora lo es la energía o el petróleo.

"escribo como respiro"

Sobre su extensa obra, que incluye poesía, teatro, novelas, cuentos y ensayos, Tahar Ben Jelloun aseguró que "escribo como respiro" y que afronta la escritura "como un misterio", sin planearlo y "sin saber lo que voy a escribir cada día".

Así, se deja guiar por sus personajes, que "me indican la trayectoria, el camino a seguir", después de que una idea inicial haya vivido "en mi cabeza durante mucho tiempo" y, una vez madura, pueda iniciar su trabajo, una labor que siempre acomete por las mañanas.

En estos momentos, ha terminado un cuento sobre Jean Genet, que se publicará el próximo otoño, y "trabajo ahora en un libro sobre Marruecos", que llevará por título 'Marruecos: novelas'. En él, "hablaré de mi país pero no de una manera turística ni como un ensayo, sino como una colección de historias" que analizarán "el Marruecos de hoy".

La publicación será "como si visitasen mi país y se interesasen por todo", con historias reales e imaginarias que repasarán la política, la gastronomía, el turismo, la corrupción o la pedofilia, "todo lo que pasa en un país que es como otros". Éste es "un libro nuevo para mí y espero que también para vosotros", concluyó.

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