Marrero explicó que los propios autónomos "no tienen la concepción de que existan riesgos en sus puestos de trabajo". "No tienen —continuó— formación ni información en la materia, lo que nos lleva a la conclusión de que realmente existe una alta siniestralidad, aunque no son conscientes de ello. Muchas de esas enfermedades o accidentes (producidas durante el desarrollo de su trabajo) son derivadas a los servicios públicos de salud como accidentes comunes cuando son accidentes profesionales".

En este sentido, las consecuencias de que se tome por accidente común uno profesional es que no se produce una inspección de trabajo y no se mejoran las condiciones para no volver a enfermar, mientras que desde CCOO Canarias entendieron que hasta que estos percances no salgan en las estadísticas, "será imposible avanzar".

(Habrá ampliación)