Caminar reduce significativamente el riesgo de ictus en las mujeres

  • Una caminatas largas (al menos dos horas) a la semana supone un 30% menos de riesgo de padecer un ictus.
  • Y caminar a paso ligero (4,8 km/h) reducen el riesgo en un 37%.
  • Con ictus hemorrágicos los porcentajes suben al 68% y al 57%.
Cada vez hay más casos de ictus entre gente joven.
Cada vez hay más casos de ictus entre gente joven.
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Cada vez hay más casos de ictus entre gente joven.

El ictus es la primera causa de discapacidad grave en adultos según la OMS,en España provoca más muertes en los menores de 55 años que los accidentes de tráfico.

El ictus es una enfermedad cerebrovascular causada por un trastorno circulatorio cerebral que ocasiona una alteración transitoria o definitiva del funcionamiento de una o varias partes del encéfalo. En función de su naturaleza se divide en isquemia cerebral y hemorragia cerebral. Sus síntomas más característicos son: torpeza en las extremidades, desviación de la cara, alteración del habla, alteración del equilibrio y/o disminución del nivel de conciencia.

Caminar de forma habitual reduce el riesgo de ictus en las mujeres, según un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard en Boston (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Stroke: Journal of the American Heart Association'.

La investigación mostró que las mujeres que caminaban dos horas o más a la semana o quienes suelen realizar una caminata a paso ligero, unos 4,8 kilómetros por hora o más rápido, tenían un riesgo de ictus significativamente menor que aquellas que no caminaban. Los riesgos eran menores para el ictus total, el ictus isquémico y el hemorrágico.

Los resultados indicaron que en relación a quienes no caminaban, las mujeres que sí lo hacían a un ritmo ligero tenían un 37% menos de riesgo de cualquier tipo de ictus y quienes caminaban dos horas o más a la semana tenían un 30%  menos de riesgo de ictus de cualquier tipo.

Respecto al ictus hemorrágico el beneficio de caminar es aún mayor: aquellas que seguían un ritmo rápido en su caminata tenían un 68%  de riesgo  y quienes lo hacían dos o más horas un 57%.

En el caso del ictus isquémico, estos porcentajes eran del 25% y el 21%respectivamente.

Según explica Jacob R. Sattelmair, director del estudio, "aunque se desconoce la relación exacta entre los diferentes tipos de actividad física y los subtipos de ictus, los resultados de este estudio indican que caminar en particular se asociaba con un menor riesgo de ictus".

Los investigadores siguieron a 39.315 profesionales de la salud estadounidenses que participaban en el Estudio de Salud de la Mujer que informaron cada dos o tres años de su actividad física durante el año anterior como caminar, hacer senderismo, correr, montar en bicicleta, nadar, practicar yoga o estiramientos. Además, las participantes informaron sobre si caminaban o no y a qué ritmo lo hacían.

Los resultados mostraron que las mujeres que eran más activas en su tiempo de ocio eran un 17% menos propensas a sufrir cualquier tipo de ictus en comparación con las menos activas.

Los investigadores explican que suelen existir diferencias entre hombres y mujeres en lo que respecta al riesgo de ictus y los patrones de actividad física. "La relación exacta entre caminar y riesgo de ictus identificada en este estudio no se puede generalizar de forma directa en los hombres. En estudios previos la relación entre caminar y riesgo de ictus entre los hombres ha mostrado ser inconsistente", explica Sattelmair.

El estudio es limitado porque fue observacional y la información sobre la actividad física procedía directamente de las participantes. Sin embargo, los autores señalan a su favor que es una investigación amplia y a largo plazo con información detallada sobre la actividad física

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