Dentro de las movilizaciones protagonizadas por los empleados para denunciar la situación que atraviesan, se concentraron esta mañana a la salida de la planta, coincidiendo con la visita de los propietarios, quienes no podían abandonar la misma por haberse cruzado algún vehículo. Agentes de la Ertzaintza acudieron al lugar e identificaron a algún trabajador y, tras retirar los vehículos que obstaculizaban el paso, los directivos pudieron abandonar el lugar sin mayores incidentes.

En un comunicado, los representantes de los más de 150 empleados de la planta de Mungia, se preguntaron "cómo es posible que una empresa asentada en Bizkaia desde hace más de 60 años, y que ha liderado a nivel nacional e internacional el sector de las naves metálicas y silos de almacenamiento de grano, haya generado una deuda de 14 millones de euros, arrastrando con ella a multitud de pequeñas empresas locales abocadas a su disolución".

En este sentido, cuestionaron si el "gran valor" de los terrenos sobre los que se asienta la empresa y de los que se ha cambiado "sospechosamente" la titularidad de propiedad, es el causante principal del inminente cierre de la empresa. "¿Se trata de una empresa más inmersa en la crisis o estamos hablando de un pelotazo urbanístico?", preguntaron.