Este año, el Día Mundial de la Salud tiene como lema 'La Salud urbana es importante', y responde, según datos de la OMS, a la voluntad de reconocer los efectos de la urbanización a la vez en la salud colectiva e individual.

María Chivite afirmó en un comunicado que "las autoridades sanitarias deben trabajar para promover medidas sobre los riesgos para la salud con mayor impacto en la urbanización, en sociedades como la nuestra con un alto nivel de calidad de vida y factores ambientales adecuados".

Chivite hizo hincapié "en la adecuada alimentación y actividad física en los medios urbanos, dado el acelerado estilo de vida de estos entornos", señaló que, según una encuesta de la OMS, "la prevalencia del consumo insuficiente de fruta y verdura en las zonas urbanas era del 70 por ciento o más".

La portavoz socialista señaló también "otros graves problemas relacionado con la alimentación, como son los trastornos de la conducta alimentaria, que se han convertido en las últimas décadas en una auténtica epidemia, sobre todo entre los más jóvenes, y afectan a un 7% de la población española".

Chivite puso como ejemplo de actuación para prevenir estas enfermedades la Estrategia NAOS, puesta en marcha en 2005 por el Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), con el objetivo de sensibilizar a la población del problema de la obesidad sobre la salud, y de impulsar hábitos de vida saludables, principalmente a través de una alimentación saludable y de la práctica regular de actividad física.

La portavoz socialista también que "otro de los problemas de salud graves que se derivan de las zonas urbanas es la mayor tasa de fumadores, y sus efectos añadidos como el del tabaquismo pasivo" e indicó que "la mejor disponibilidad de productos de tabaco y la mercadotecnia han ocasionado una mayor tasa de fumadores en los entornos urbanos".

Por ello, defendió "la necesidad de buscar una regulación más restrictiva, dado que las zonas de fumadores y no fumadores en restaurantes y bares no garantizan que se limite adecuadamente el tabaquismo pasivo y sus efectos perniciosos para la salud".

María Chivite hizo, por último, referencia a las condiciones en los entornos urbanos que pueden amenazar la salud mental como el desempleo, la pobreza, el extrañamiento cultural, el hacinamiento o el aislamiento. En opinión de la parlamentaria socialista, "si se desea mejorar el acceso a los servicios de salud mental, las intervenciones deben integrarse en el sistema de salud general, especialmente en la atención primaria".