Según informó la Jefatura Superior de Policía, el 'modus operandi' consistía en sustraer previamente la documentación necesaria y después utilizarla para realizar las compras vía telefónica.

Las investigaciones se iniciaron cuando los policías tuvieron conocimiento de que en un establecimiento comercial se había producido una estafa por un valor de 656 euros y habían intentado realizar otras cuyo total ascendería a 9.087 euros.

Durante las investigaciones, los policías conocieron que a los sospechosos les habían servido productos de alimentación por el importe defraudado y que, debido a la actividad inusual en la operatividad de dicha tarjeta, el departamento de seguridad del establecimiento comercial se había puesto en contacto con el titular y comprobó que no había realizado tales compras.

Los policías averiguaron la identidad de uno de los sospechosos, que tras ser localizado, fue detenido. Los agentes recuperaron los documentos sustraídos con los que se realizaron las operaciones. En total, localizaron un DNI y una tarjeta de compras a nombre del titular y un permiso de conducir a nombre de otra persona, con el que supuestamente no habían realizado ninguna operación, aunque sí que habían solicitado la expedición de una tarjeta de compras.

Los investigadores descubrieron que presuntamente participaba otra persona, que tras realizar diversas gestiones fue detenida. Los detenidos, uno de ellos con antecedentes policiales, pasaron a disposición judicial.