Pintar un mueble puede transformarlo

  • En época de estrecheces económicas hay que esforzarse por ser creativos y reutilizar viejos muebles.
  • Una manita de pintura puede transformarlo, alargando su vida útil al adaptarse a nuevos usos o necesidades
Este mueble cambia de color sin necesidad de usar pintura.
Este mueble cambia de color sin necesidad de usar pintura.
Este mueble cambia de color sin necesidad de usar pintura.

Si alguien te ofrece un viejo mueble, no lo rechaces sin antes meditar si puedes transformarlo y adecuarlo a tus gustos y necesidades. No están los tiempos para dejar pasar oportunidades, sino para tirar de ingenio y creatividad en materia decorativa.

Simplemente con una buena mano de pintura un mueble puede transformarse por completo. No tengas miedo de coger la brocha.

Hay miles de situaciones en las que puede interesar pintar o lacar un mueble. Un viejo cabecero de pino que no tiene ningún estilo, pintado en blanco o un color brillante puede quedar perfecto en una habitación de uso infantil o para invitados.

Una buena mano de pintura también puede permitir dar otro uso a un mueble. Tal vez esa mesita en otro color sirva para guardar documentos en el despacho. O ese cubreradiadores pueda transformarse en un zapatero en el dormitorio.

También está la opción puramente decorativa: el viejo mueble de la máquina de coser de la abuela, pintado y restaurado, puede adornar magníficamente una sala de estar.

Pintar un mueble también  puede ayudar a aligerar su presencia dentro de una estancia pequeña o abarrotada. Si se pinta del mismo color que la pared pasará más inadvertido y dará mayor sensación de amplitud. También puede pintarse de blanco. Y si se trata de una librería, tal vez incluso podamos quitar el fondo.

Cambiar los tiradores (en los muebles que los tengan) es el toque final que cambiará totalmente la apariencia del mueble. Una librería clásica, pintada de blanco y con tiradores infantiles, será difícilmente reconocible.

Eso sí, antes de ponerse manos a la obra conviene tener claro algunos aspectos del proceso:

  • Lleva a cabo toda la operación en una habitación tranquila, libre en lo posible de polvo, pelusas o pelo.
  • Es muy importante también emplear pinceles y brochas de varios tamaños bien limpios y que no suelten pelo.
  • Utiliza únicamente pintura específica para la superficie a tratar.
  • Si es posible, comprueba antes el efecto de la pintura sobre la madera a pintar antes de decidirte para conocer el tono que quedará al secarse.
  • Si quieres pintar dibujos, grecas o motivos en otro color, no lo hagas directamente sobre lamadera, trabaja primero sobre un cartón, recorta el espacio a rellenar y pinta sobre él.
  • No siempre es necesario lijar lamadera para volverla a pintar, que es lo más trabajoso. Haz antes una prueba para asegurarte en una zona poco visible del mueble.
  • Pintar madera virgen requiere prepararla bien antes de ponerse a ello.

Quitar la pintura a un mueble

Es más fácil pintar que dar vuelta atrás. En cualquier caso, aunque el decapado sigue siendo una técnica más compleja que el simple pintado, ya no es tan complicado como antaño.

Aunque la lijadora sigue siendo necesaria en muchos casos (si el mueble es medianamente grande no dudes en adquirir una eléctrica, merece la pena), ya existen productos decapantes que tienen buenos resultados.

Es preferible usarlos en gel, ya que chorrean menos. Se aplica una buena capa con brocha y guantes y se deja que actúe el tiempo indicado antes de retirarlo con espátula, agua y jabón.

Por último, y como curiosidad, ya existen los muebles que cambian de color sin necesidad de darles una mano de pintura. Una empresa soriana ha creado unos muebles en los que se ha introducido un dispositivo interior de luces que permite que aparezca a la vista con colores diferentes.

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