El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha asegurado este lunes ante los miembros del Comité Ejecutivo Nacional que su formación ha actuado "con contundencia" contra los casos de corrupción que se han conocido y en los que se han visto implicados cargos del partido.

En su intervención, el líder de los populares hizo mención a lo ocurrido en Baleares e hizo hincapié en que el ex presidente autonómico Jaume Matas "ya no es militante del Partido Popular". En esta comunidad, prosiguió, se ha producido un cambio y un nuevo liderazgo.

En cuanto al caso Gürtel, el líder del PP subrayó que este martes se levantará la parte del sumario que permanece oculta y recordó que el PP ha ido reaccionando caso a caso cuando se han ido conociendo los nombres de los implicados en la presunta trama de corrupción liderada por Francisco Correa. En este sentido, insistió en que las personas afectadas han abandonado sus cargos administrativos y políticos y dijo que si hubiera nuevos casos se actuaría de la misma forma.

Rajoy pronunció estas palabras ante un Comité Ejecutivo que contó con la ausencia de numerosos presidentes autonómicos, como el valenciano Francisco Camps; y en el que tomaron la palabra, entre otros, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, la ex alcaldesa de Málaga y diputada Celia Villalobos y el ex presidente de Castilla y León y senador Juan José Lucas.

"ETA no puede estar en las elecciones"

En otro momento de su discurso, el presidente de los populares hizo referencia a las elecciones municipales que se celebrarán el próximo año y quiso dejar claro que su partido se opondrá a que la banda terrorista ETA o su entorno pueda participar en esos comicios.

"No hay ni blandos ni duros, todos son iguales", subrayó Rajoy, quien además aprovechó para reiterar su respaldo a la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

En su discurso también hizo mención al caso de la niña fallecida en Seseña (Toledo), Cristina Martín, y, tras recordar otros casos similares como el de Mari Luz en Huelva o el de Marta del Castillo en Sevilla, incidió en la necesidad de reformar la legislación.