Cuatro años y medio de prisión para los jóvenes que agredieron a otro en un taxi en Santander

Diego J.G y José Román H.V. cumplirán cuatro años y medio de prisión después de admitir hoy ante la Audiencia Provincial de Cantabria que en julio de 2006 agredieron a otro joven en un taxi en Santander, al que propinaron botellazos y patadas.

Ambos comparecían ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial, donde iban a ser juzgados hoy y mañana por sendos delitos de homicidio en grado de tentativa y uno de atentado contra un policía nacional, por los que enfrentaban inicialmente a una petición de penas de 12 años de prisión por parte del Ministerio Fiscal.

Sin embargo, las partes han llegado a un acuerdo, por el que estas penas pasan a cuatro años y medio de prisión para ambos, que han admitido ser autores de los hechos tal y como se les acusa, por lo que se dictará sentencia de conformidad y el juicio no continuará mañana, como estaba previsto.

La mayor pena le corresponde a Diego J.G. Inicialmente se pedían para él seis años de prisión por un delito de homicidio y uno de prisión por otro de atentado, al agredir a un agente de la Policía Nacional cuando fue detenido.

Sin embargo, en virtud del acuerdo alcanzado, la pena pasa de los seis años a los tres años y medio de prisión, y se contempla como atenuante el arrepentimiento y la reparación del daño, al haber indemnizado a las víctimas. El delito de lesiones se transforma en uno de resistencia, penado con seis meses de prisión,

Este acusado, que había sido ya condenado anteriormente por un robo con violencia en una condena cuya ejecución fue suspendida, discutió con la víctima en las inmediaciones de una parada de autobús.

En el transcurso de la discusión, la víctima le agredió con un parabrisas, para abandonar luego el lugar. Sin embargo, el procesado vio que tenía una herida y regresó a la parada de autobús, persiguió al denunciante, que se introdujo en un taxi en el cual también se metió el denunciado, donde le agredió con una botella de cristal cortada, en al menos seis ocasiones, con la intención de matarle, según el Ministerio Fiscal.

Por su parte, el otro acusado, José Román H.V., pasa de los cinco años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa a seis meses de prisión por uno de lesiones. Este procesado también se introdujo en el taxi, por la otra puerta, propinando patadas a la víctima.

En principio, se pedía para ambos la prohibición de acercarse o comunicar con la víctima a una distancia de 300 metros durante un plazo de siete años, que ahora se reclama sólo para Diego J.G.

Ambos deberán indemnizar conjuntamente al perjudicado con 4.800 euros por los 80 días en que tardó en curar; con 10.500 euros por las cicatrices que le han quedado en la cara y que le han causado una visible alteración estética, y con otros 6.000 euros por daños morales.

También deben indemnicen a la titular del taxi con 718 euros por los daños causados, y con 135,75 euros por cada uno de los tres días que el vehículo estuvo parado, así como con 120 euros, en el caso del condenado por delito de atentado, al policía al que lesionó.

En el caso de Diego J.G., ha satisfecho las indemnizaciones, por lo que se considera como circunstancia atenuante el arrepentimiento reparador del daño.HERIDAS

A consecuencia de la agresión, la víctima sufrió múltiples heridas incisas en la región frontal con sección de la arteria temporal, así como en la zona lateral derecha del cuello, mandíbula, mentón, zona retroauricular, región parietal izquierda y en el muslo izquierdo, por lo que tuvo que permanecer 24 horas ingresado en un centro hospitalario, teniendo que ser sometido a tratamiento quirúrgico de las heridas cervical y del mentón en diciembre del mismo año.

La sección de la arteria temporal supuso un riesgo para la vida del agredido, si bien dado que fue trasladado inmediatamente a un centro hospitalario, dicho riesgo no fue de carácter grave. En total, el tiempo de curación de las heridas fue de 80 días.

Además, como consecuencia de estos hechos, el taxi en el que el joven fue agredido sufrió desperfectos tasados en 718 euros, y tuvo que permanecer paralizado en el taller del 31 de julio al 2 de agosto.

Los hechos

Según el escrito del Fiscal, los hechos por los que están acusados Diego J.G. y José Román H.V. ocurrieron en la madrugada del 30 de julio del año 2006, en las inmediaciones de una parada de autobús del Paseo Pereda de Santander, donde, sobre las 3,30 horas, se produjo una discusión entre el procesado D.J.G, y la víctima, por aquél entonces menor de edad penal.

El acusado, que tenía suspendido el cumplimiento de una pena por una condena por robo con violencia, fue golpeado por la víctima con un limpiaparabrisas, sufriendo lesiones. Después, el joven que le había agredido se fue del lugar, quedando en la parada Diego y José.

Al percatarse de que la agresión le había producido una herida sangrante, los dos procesados salieron corriendo tras el joven, rompiendo Diego durante la persecución una botella de cristal que esgrimió como arma contra el perseguido al que dijo que iba a matar y a dar diez puñaladas.

El joven consiguió entonces llegar hasta una parada de taxis y se introdujo en uno de los vehículos pidiendo auxilio, pero sus perseguidores también se metieron en el taxi, sentándose uno a cada lado de la víctima, y mientras uno de ellos (Román H.) le propinaba diversas patadas, el otro, con intención según el Fiscal de causarle la muerte, le agredió en la cabeza con la botella cortada al menos en seis ocasiones, sin que el agredido pudiera huir.

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