En declaraciones a Europa Press, el director del evento, Antonio Víctor Martínez, manifestó que el pueblo se sumergió en el ambiente de la época y "disfrutó porque la escenificación se hace a lo largo de kilómetro y medio —con unas 2,5 horas de duración—, y en su recorrido se representan tradiciones y más de 30 oficios perdidos como el de espartero, hilandera o partidoras de aceitunas".

Según señaló el director de esta manifestación artística, "ha sido la mejor representación plasmada de la Jerusalén de dos milenios atrás desde hacía diez años", actuación declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Del mismo modo, indicó que fueron más de 600 actores los que participaron con trajes similares a los de la época del emperador Tiberio. Así, basada en el Evangelio de Mateo, esta Semana Santa Viviente se inicia en la terraza del templo parroquial (Pretorio), lugar donde se celebra el juicio de Jesús ante Pilato, se le condena a morir en la cruz y se le flagela cruelmente.