En este sentido, el juez Serrano señaló a Europa Press que, "si hubiera usado el término genocidio para referirme a las mujeres asesinadas, nadie políticamente correcto se hubiera escandalizado", ya que "el escándalo se provoca cuando se afirma e invita a reconocer la existencia de miles de casos de suicidios e intentos de suicidios de hombres injustamente acusados, detenidos, tratados y privados de ver a sus hijos".

Al hilo de ello, aseveró que estos hombres "dejan familia y niños huérfanos de padre", añadiendo que, "con todo, lo peor es que con su respuesta demagógica Hernando no niega ese dato y parece asumirlo y aceptarlo", por lo que consideró que ello "sí que constituye una irresponsabilidad, agresión e insulto a esas otras víctimas deliberadamente ignoradas".

De igual modo, y tras asegurar no ser partidario de la doctrina de Maquiavelo de que "el fin justifica los medios, más aún cuando los fines propuestos no se han alcanzado ni de lejos", el juez Serrano recordó que en la entrevista concedida a Europa Press "no hizo referencia a las mujeres asesinadas por maltrato machista", por lo que "otra vez se la utiliza como pretexto para rebatir argumentos".

"Resulta esclarecedor el hecho de que más de la mitad de las asesinadas no hayan denunciado previamente al agresor", según prosiguió el juez, quien consideró que "eso es consecuencia de que no se les da la adecuada confianza de protección ante el clima de abuso que propicia la propia Norma