Sam Worthington: "No puedo decir que mi trabajo sea duro o difícil"

  • Se ha convertido en el chico de moda del cine de acción.
  • Tras protagonizar Terminator Salvation y Avatar, vuelve con Furia de titanes, superproducción en 3D donde encarna a Perseo.

El ambiente en la suite londinense es festivo. La entrevista que concede a 20 minutos es la última del día, y Sam Worthington lo celebra con bromas y Red Bull. Le acompaña, en un segundo plano, uno de sus mejores amigos, y el actor muestra su cara más informal. Quiere olvidarse cuanto antes del papel de estrella y salir a pasear. Pero es difícil que te dejen en paz si vienes de protagonizar la vuelta de Terminator y la película más taquillera de la historia del cine, Avatar.

¿Qué pensó cuando le llamaron para resucitar a Perseo en el cine?

¿Dónde están la espada, el escudo y el traje? ¡Quiero disfrazarme ahora mismo! Dije que sí en el acto. El director, Louis Leterrier, tenía grandes ideas para recuperar a todos esos héroes y seres mitológicos pero, sobre todo, sobre cómo hablar de la relación del protagonista con su padre, Zeus. La película no sólo habla de aventuras y peleas, sino también de cómo crece un adolescente entre odios y conflictos familiares y de cómo ha de madurar para estar a la altura.

Pero lo más llamativo de la película son las escenas de acción. ¿Qué balance hace entre su interpretación física y la psicológica?

El mismo que con cualquier otro personaje. Aquí encarno a una figura de acción, pero también a un chico destrozado, con el corazón roto. Eso es lo que hace mejores a estas películas: que veamos a un protagonista poderoso pero también sufriendo, en apuros. Es lo que hizo grandes a los héroes encarnados por Mel Gibson o Russell Crowe.

¿Se ve en la senda de esos dos actores?

Aún no. Estoy aprendiendo, todavía, a interpretar personajes de esa talla. Pero te aseguro que sólo el proceso de intentarlo es tan exigente como satisfactorio.

¿Qué pensó cuando se sentó, por primera vez, a ver la película terminada?

Que era terriblemente divertida. Me lo pasé muy bien viéndola, porque el resultado era justo lo que yo quería hacer. Tenía oscuridad, épica, era vibrante... Está repleta de criaturas maravillosas, y me encantaban las escenas de peleas con espada.

¿Puro entretenimiento o algo más?

Es entretenida, por supuesto, y ha captado a la perfección el tono que buscábamos: es ideal para ver un sábado por la tarde, rodeado de amigos y, cargado de palomitas, alucinar con el héroe, su familia, el villano... Pasar un muy buen rato. Pero creo que también toca temas familiares, conflictos de poder entre padres e hijos, que la llevan un poco más allá.

Usted nació en 1976. ¿Qué filmes de los de "entretenimiento y palomitas" le gustaban más de joven?

Crecí con algunas de las mejores sagas de la historia del cine: Arma letal, Regreso al futuro, Indiana Jones... Películas con héroes fuertes, que luchan contra los grandes problemas del mundo y emprenden viajes increíbles.

¿Por qué usted es uno de los actores elegidos para tomar el relevo?

Lo primero, porque he tenido mucha suerte. También porque he trabajado mucho, y Hollywood termina recompensándote si te esfuerzas.

Terminator Salvation, Avatar y ahora Furia de titanes. ¿Qué pensaba al terminar cada día de rodaje?

Alucinaba. Y repasaba lo que había hecho las horas anteriores: pelear con robots, estar en un mundo fantástico, luchar con escorpiones gigantes o pasarme el día con una espada en la mano y dando saltos de un lado a otro. No puedo más que dar las gracias.

¿No termina siendo difícil?

¿Mi trabajo? ¡Vamos, tío! Es muy divertido. Y no puedo decir que sea ni duro ni difícil.

Me refiero a su vida. En un año se ha convertido en una gran estrella, alguien famoso.

Sigo haciendo exactamente lo mismo que hace un año. La gente que me rodea es la de siempre: mi familia, mis amigos de toda la vida. No me miran como a un tipo especial, ni que está por encima de nadie. Hago otra cosa, pero sigo siendo el mismo.

Durante tres años estudió teatro. ¿Es muy diferente de una película repleta de efectos especiales?

Es mucho más parecido de lo que la gente piensa. En ambos medios estás solo, aislado. El teatro también es una alucinación: tienes que, encima del escenario, transmitir una verdad en un entorno y una situación inventados. Actuar con efectos digitales es lo mismo: ser algo real en medio de una alucinación absoluta. En ambos ambientes tienes que sumergirte a tope y buscar la realidad. Al principio puede asustar, pero se consigue.

Durante cuatro meses rodaron en Tenerife. ¿Qué puede decirme de la isla?

Que pasé un mes maravilloso. Que seré muy afortunado si vuelvo. ¡Y que también lo serán los dueños y relaciones públicas de algunos bares!

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