El G-8 evita mencionar posibles sanciones contra Irán y sólo pide fuertes medidas

  • Dicen que nunca se esperó una declaración exclusiva sobre posibles sanciones a Irán por su programa nuclear.
  • El texto final de la reunión de Ottawa alude al acuerdo para "mantener el diálogo abierto" con el régimen iraní.
  • El G-8 sí pide a Corea del Norte que cumpla los compromisos adquiridos, incluida la desnuclearización de la península coreana.

Los países del G-8 terminaron su reunión de Ottawa, en Canadá, este martes sin mencionar una sola vez en su comunicado final las posibles sanciones a las que se enfrenta Irán por su desafío nuclear y se limitaron a afirmar que "es necesario tomar medidas apropiadas y fuertes".

Tras semanas de contundentes declaraciones de los representantes de Canadá, EE UU y algunos de los países europeos del G-8, el comunicado final tras dos días de reuniones centradas en la proliferación nuclear y el programa atómico de Irán dejó sabor a poco.

Pero los representantes de los ocho países más industrializados del mundo afirmaron que la reunión había conseguido los objetivos planteados y que nunca se esperó que el G-8 realizase una declaración exclusiva sobre posibles sanciones a Irán en represalia por su programa nuclear, como señaló la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton.

Valoración de la situación

El texto también aludió a que los ministros están de acuerdo en "mantener el diálogo abierto" con el régimen iraní.

El ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Lawrence Cannon, afirmó que "esta reunión nos ofreció la oportunidad de ser capaces de valorar en qué punto de la discusión nos encontramos. Se nos informó de cómo se están desarrollando esas discusiones. Como grupo consideramos que el foro principal para tomar acciones es el Consejo de Seguridad de la ONU".

Clinton coincidió con el ministro canadiense al señalar que "el G-8 no es el foro negociador para la creación de una resolución que establezca la imposición de sanciones efectivas contra Irán en respuesta a su programa de armas nucleares".

Pero ninguno de los ocho ministros presentes (en representación de EE UU, Canadá, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia) fue capaz de ofrecer una indicación de cuáles podrían ser las sanciones necesarias para que Irán deje de enriquecer uranio, la principal reclamación de las potencias occidentales.

No obstante, el G-8 se mostró más explícito con respecto a Corea del Norte. La declaración final solicitó al régimen de Pyongyang que "vuelva a las conversaciones a seis bandas sin condiciones previas" y que cumpla los compromisos adquiridos en el pasado, incluida la desnuclearización de la península coreana.

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