La bañera, situada en el servicio de Obstetricia y Ginecología, se ha empezado a utilizar como método alternativo al farmacológico para mitigar el dolor en la fase de dilatación. Su uso en partos naturales incluye las medidas de humanización y preservación de la intimidad.

El hospital cuenta con la bañera desde el febrero de 2009. Sin embargo, ha tardado casi un año en utilizarse para partos naturales pese a la creciente demanda de este sistema no medicalizado.

El servicio se basa "en una gran aceptación merecida y en un aumento de la demanda", según la Conselleria de Salud, que califica la experiencia de "positiva" para los usuarios y el personal.

El Hospital Arnau de Vilanova de Lleida asiste unos 3.200 partos anuales.