En este sentido, explicó que la plantación "está muy controlada y tiene las mejores condiciones para que salga el mejor champiñón".

En un recorrido a la empresa con los propietarios de la empresa, el presidente expresó "su felicidad y orgullo por unos jóvenes que siguen una tradición familiar que comenzó hace más de 20 años, cultivando el champiñón de forma tradicional".

Desde el gobierno, continuó, "valoramos positivamente este proyecto, que ha tenido una inversión de más 4 millones de euros, que empleará a 30 personas y que tendrá una producción anual de 3 millones de kilos de champiñón, en el que el Gobierno de La Rioja ha aportado 900.000 euros".

Por su parte, una de las propietarias de la empresa GARPER, Tamara Garatea, señaló que "sin el Gobierno de La Rioja no hubiera sido posible salir adelante".

La idea de crear esta empresa fue de "nuestro padre", continuó Garatea, "quien nos dijo que la empresa cada vez iba a peor y que había que lanzarse hacia el fresco y los cultivos modernos y automatizados para sacar la mayor calidad y el mayor producto".

Los principales clientes con los que GARPER trabaja son, según la propietaria, "La Rioja, Barcelona, Valencia, Santander, Bilbao, Lérida, o Galicia, entre otros".

GARPER es una sociedad formada por los hermanos Garatea Pérez, Tamara, de 25 años; Iván, de 23 años, y Óscar, de 20 años, que cuenta con 17 salas de cultivo construidas sobre una parcela de 11.000 metros cuadrados, de los cuales 5.000 metros son construidos.

En las instalaciones, que están totalmente climatizadas, destacan el tratamiento del compost, con llenado a granel mediante máquina automática que combina este compost y la tierra de cobertura.

En cada sala, de 402 metros cuadrados, están instaladas dos filas de estanterías con cinco alturas en las que se aplican los riegos automáticos y los seguimientos informáticos de las condiciones del pabellón, como la humedad y la temperatura, entre otras condiciones ambientales.

Una vez pasados los ciclos de recogida, el vaciado del compost es automático, con esterilización y preparación para su posterior utilización en la agricultura, ya que no contiene plásticos ni gravilla.

Por su parte, una de las propietarias de la empresa GARPER, Tamara Garatea, señaló que "sin el Gobierno de La Rioja no hubiera sido posible salir adelante".

La idea de crear esta empresa fue de "nuestro padre", continuó Garatea, "quien nos dijo que la empresa cada vez iba a peor y que había que lanzarse hacia el fresco y los cultivos modernos y automatizados para sacar la mayor calidad y el mayor producto".

Los principales clientes con los que GARPER trabaja son, según la propietaria, "La Rioja, Barcelona, Valencia, Santander, Bilbao, Lérida, o Galicia, entre otros".