Las quejas se pueden tramitar pidiendo las hojas de reclamaciones en cualquier oficina de atención al cliente o a través de la web de la compañía.

Los viajeros afectados por la huelga encubierta (unos 440.000 cada día) están protegidos por la legislación de consumo, que otorga a los títulos de transporte calidad de contrato y, por tanto, abre la puerta a una reclamación por daños y perjuicios en caso de incumplimiento.

Los ferroviarios provocaron el caos los días 2, 3 y 4 de este mes con unos paros en los que no se respetaron los servicios mínimos. Posteriormente, comenzaron una huelga de tapadillo consistente en trabajar a reglamento (sin hacer horas extra) y que se tradujo en 120 convoyes suprimidos en una semana y media. En los dos últimos días, sin embargo, la situación ha sido de tranquilidad. Fuentes sindicales afirmaron ayer que el sector no está en huelga de celo.

Qué hacer

En persona: Presentarse en cualquiera de las oficinas de atención al cliente de Renfe y cursar una reclamación por escrito, aduciendo los daños causados por los retrasos de los trenes.

Documentación: Presentar una fotocopia del título de transporte (billete o abono).

Solicitar: Que Renfe reintegre el importe del billete o descuente la parte proporcional en el siguiente abono.

En la red: Rellenar un formulario de reclamación en la web www.renfe.es/atencion_cliente

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