La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha asegurado este domingo en una visita el barrio valenciano del Cabanyal que ahora es "momento de pensar en el futuro" y en cómo hacer que en esta zona haya "un movimiento más constructivo y no destructivo".

Según ha dicho en declaraciones a los periodistas tras recorrer algunas calles de este barrio marítimo de la ciudad, cuyo plan municipal de reforma fue paralizado por una orden ministerial al considerar que era una expolio al patrimonio histórico, este núcleo urbano es un "modelo" de "cómo la rehabilitación puede ser vía de desarrollo y futuro".

La ministra ha aceptado la invitación de la plataforma Salvem el Cabanyal para visitarlo y ha explicado que rechazó la que le hizo la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, porque su ofrecimiento no fue con "ánimo constructivo, sino un poco demasiado vehemente". "Hay que trabajar con ánimo de colaborar, y quizá en ese momento ella no estaba en un ánimo sereno como para invitarme".

Durante el recorrido, ha coincidido con un grupo de siete concejales populares del Ayuntamiento de Valencia, que han acudido a expresar su "malestar" por no haber aceptado la invitación de Barberá. Tras saludarles, González-Sinde les ha expresado su disposición a reunirse "cuando lo estimen adecuado", si bien "siempre dentro de un espíritu de colaboración y de trabajo por el futuro" de este barrio.

Una reunión con más "serenidad"

"Habrá momentos mejores para que podamos reunirnos con más serenidad y abordar el futuro que merecen estos vecinos en este barrio de manera positiva", ha señalado. Además, respecto a la orden ministerial que paralizó el plan de reforma, la ministra ha reiterado que se adoptó según "unos informes técnicos de organismos consultivos independientes, como la Academia de Historia y la de Bellas Artes o el Colegio de Arquitectos".

"Esos informes son contundentes y el Ministerio no podía haber tomado otra decisión que la que ha tomado", ha aseverado González-Sinde. Por su parte, la portavoz municipal socialista, Carmen Alborch, quien ha acompañado a la ministra en su visita, ha censurado la actitud de Barberá, que a su juicio "está generando muchos conflictos" con su actitud de "confrontación". "Un buen gobernante debe solucionar los problemas con actitud de conciliación" y no de forma "intolerante y agresiva", ha dicho.