Para el rector, la Universidad, la formación superior, la investigación y la innovación no son cuestiones de corto plazo. El reto es importante y no sólo para la Universidad, subrayó, sino para la sociedad en su conjunto.

López realizó, durante la celebración de San Braulio en la Sala Paraninfo, una reflexión que le llevó a afirmar que "el sistema universitario español atraviesa un momento de inquietud", acuciado por el esfuerzo organizativo que produce la convergencia con el espacio europeo de educación superior y la crisis económica.

El rector centró su análisis en tres puntos: los problemas de financiación, de gobernanza y de coordinación del mismo sistema. En cuanto a la financiación, el rector se refirió a un reciente estudio del Ministerio de Educación donde se pone de manifiesto "lo lejos que nos encontramos en este sentido de lo que sería deseable en comparación con los países de nuestro entorno europeo con similar producto interior bruto o renta per cápita y lejos también de los países más destacados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)".

No consiste sólo en salir de la crisis, dijo el rector, "es necesario transformar nuestra economía en una más productiva, con mayor base tecnológica, con mayor formación especializada tanto universitaria como profesional y con un sistema de investigación e innovación más potente".

Para ello, recordó que el sistema universitario español, y también el aragonés, ha efectuado un esfuerzo de financiación universitario "enorme", pero consideró que "todavía se está lejos de las economías europeas más productivas".

La gobernanza es otro importante problema, según apuntó. Para López, hasta ahora, el sistema universitario español se ha basado en un sistema de autonomía universitaria que ha dado resultados en su funcionamiento y que le ha independizado del entorno político más inmediato. Sin embargo, dijo, la Universidad española, en un futuro inmediato, "tiene que ser capaz de combinar su autonomía con una más cualificada rendición de cuentas".

En este sentido, apostó por la agilidad de gestión y decisión que "exige una institución al servicio de la sociedad en el siglo XXI". Con respecto a la coordinación en el sistema universitario, el rector afirmó que "en un país como el nuestro, en un marco europeo", sería necesario "tener una política de coordinación universitaria mucho mayor" que la existente.

Así, apuntó, que el número de estudiantes universitarios ha decrecido en los últimos años, fundamentalmente por razones demográficas, pero, en paralelo, explicó que el número de titulaciones "ha crecido impulsivamente por deseos, unos justificados y otros menos justificados, basados en una dispersión geográfica de centros por el territorio nacional".